VÍA: PANORAMA
Estados Unidos instó a la oposición en Venezuela a mantenerse unida contra el gobierno “ilegítimo” de Nicolás Maduro, a pesar de tener diferentes enfoques sobre cómo lograr un cambio en el país sudamericano.
“Creemos que es realmente importante que todos estén unidos y enfocados en el mismo objetivo final”, dijo la noche del lunes 14 de septiembre Carrie Filipetti, subsecretaria adjunta para Cuba y Venezuela en la oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado.
Washington desconoce la reelección de Maduro en 2018 por considerarla un fraude y promueve su salida y la instalación de un gobierno de transición para la realización de nuevos comicios generales.
Filipetti reconoció que existen desacuerdos entre los opositores venezolanos, pero dijo que todos parecen enfocados en una única meta: “Lograr elecciones presidenciales libres y justas”.
“Todos están trabajando colectivamente para luchar contra los intentos del régimen de socavar la democracia”, afirmó la funcionaria durante una audio-conferencia con periodistas.
Filipetti distinguió a los miembros de la oposición, con sus matices, de quienes apoyan a Maduro y buscan, dijo, “socavar verdaderamente la democracia”. Contra estos últimos, prometió que Washington seguirá aplicando sanciones como lo ha hecho con mayor intensidad desde enero de 2019, cuando Maduro asumió un segundo mandato hasta 2025.
Consultada sobre las posturas divergentes de María Corina Machado, representante del ala más radical de la oposición a Maduro, y Henrique Capriles, más moderado, Filipetti dijo que “por supuesto” ambos dirigentes “todavía están de acuerdo con la estrategia de la oposición”.
Capriles -el excandidato presidencial derrotado en 2013 por Maduro y antes por el mentor de éste, Hugo Chávez – llamó a participar en las elecciones parlamentarias que organiza Caracas el 6 de noviembre, ante el boicot que impulsa el bloque opositor mayoritario liderado por el jefe legislativo, Juan Guaidó, a quien Estados Unidos y unos 60 países reconocen como presidente interino.
Pero Filipetti señaló que cualquier votación es “imposible” bajo el mandato de Maduro.
“Las llamadas elecciones del 6 de diciembre son un fraude. No son libres. No son justas. Ni siquiera son realmente elecciones”, dijo Filipetti, y advirtió contra los intentos de Maduro de “manipular” a la opinión pública internacional.
Por eso, dijo, Estados Unidos seguirá trabajando con sus aliados, incluidos las 33 naciones que firmaron a mediados de agosto una declaración conjunta pidiendo elecciones libres en Venezuela, para impulsar una transición que permita celebrar nuevos comicios.
“Continuaremos amplificando las voces del pueblo venezolano bajo el liderazgo del presidente interino Juan Guaidó, que lucha por sus vidas, sus medios de subsistencia y su libertad”, dijo.