La delegación de Estados Unidos abandonó el martes la Conferencia sobre Desarme en protesta por la asunción por parte del gobierno en disputa de Venezuela de la presidencia rotatoria del foro patrocinado por la ONU.
Una medida similar tomó el pasado año la representación estadounidense, pero esa vez fue para protestar porque diplomáticos de Siria habían asumido el cargo.
La presidencia es rotativa, dura cuatro semanas y sigue el orden alfabético. El presidente anterior fue Estados Unidos.
«Tenemos que intentar hacer todo lo posible para impedir que esa clase de estados presida organismos internacionales», dijo a periodistas Robert Wood, embajador estadounidense sobre desarme, tras abandonar la sesión en Ginebra.
«Debería haber un representante de Juan Guaidó, el presidente interino, en este organismo, sentado en ese sillón ahora mismo (…) El antiguo régimen de (Nicolás) Maduro está muerto en esencia, simplemente no quiere rendirse».
Wood dijo que se entregaba la presidencia a un «estado desestabilizador» cuando el embajador venezolano Jorge Valero la asumió en la Conferencia sobre Desarme.
La decisión llega en momentos en que siguen en pie las tensiones entre el gobierno en disputa que lidera Nicolás Maduro y la Casa Blanca, que respalda al gobierno interino de Juan Guaidó. Washington ha tomado un grupo de medidas, entre ellas las sanciones económicas y la presión diplomática, en el afán de conseguir una salida a la crisis política, económica y social que vive Venezuela.
Maduro mantiene el control sobre el alto mando militar y las instituciones estatales de Venezuela y fustiga a Guaidó, a quien cataloga como un títere de Washington. Al mismo tiempo sostiene que el gobierno de Donald Trump es el causante del colapso económico y la crisis humanitaria debido a las sanciones.
(Con información de Reuters y AFP)