Los abogados de dos familiares de la pareja presidencial de Venezuela presos por narcotráfico en Nueva York solicitaron este martes un nuevo juicio, alegando que las pruebas presentadas durante el proceso fueron «completamente insuficientes» para establecer su culpabilidad «más allá de la duda razonable».
Los presos son Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, sobrinos de la primera dama de Venezuela, la diputada Cilia Flores.
La defensa hizo la petición ante el juez Paul Crotty, que presidió el juicio en la corte federal en Manhattan donde un jurado les halló culpables el pasado 19 de noviembre de conspirar para exportar y distribuir 800 kilos de cocaína a EE.UU. El tribunal anunció que emitiría la sentencia en marzo próximo.
En su reclamo al juez Crotty, la defensa argumenta que el veredicto fue «en contra del peso de las evidencias» y que permitir que se mantenga el veredicto después de la admisión de perjurio de un importante testigo constituiría una injusticia.
Campo Flores, de 30 años, y Flores de Freitas, de 31, enfrentan una condena de entre diez años de cárcel a cadena perpetua. Sus abogados habían advertido su desacuerdo con el veredicto y que presentarían mociones que no especificaron en aquel momento.
Para probar su caso, los fiscales presentaron grabaciones de las conversaciones sostenidas por los ahora convictos con narcotraficantes que participarían en la conspiración para traer droga desde Venezuela, que enviarían a Honduras para luego ser traída a EE.UU., así como fotos y copias de mensajes.
Dos de los informantes de este caso, padre e hijo, que ganaron cerca de dos millones trabajando para la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, en inglés), están cumpliendo cárcel desde el pasado agosto en California por acciones de narcotráfico, que hacían mientras trabajaban como confidentes.
La defensa enfocó su caso en contra de esos informantes, a los que acusó de mentir, en un intento por desacreditarlos ante el jurado, luego de que Crotty aceptara las evidencias que habían recopilado como válidas para el juicio.
Los abogados alegaron además al juez que no hay dudas de que el caso estuvo contaminado por lo que consideran perjurio de un testigo estrella, José Santos Peña.
Alegan además que es «un caso raro de narcóticos» donde la droga nunca fue obtenida por los investigadores (como prueba para el juicio) y que el único que vio la droga, Santos Peña, fue arrestado durante la investigación y luego cometió perjurio frente al jurado.
«Estos hechos, por sí solos, considerados en el contexto de la jurisprudencia, requieren que la corte tome una acción para remediar lo que es claramente un juicio defectuoso que se deriva de una investigación defectuosa», argumentan en el documento enviado este lunes a Crotty.
Destacaron además en petición de nuevo juicio que el jurado estuvo expuesto durante días a las declaraciones de ese testigo estrella, lo que llevó a que tuvieran una idea equivocada de los acusados.
Insisten en que el Gobierno «falló» en cumplir con presentar las pruebas a través de las grabaciones y otras evidencias durante el juicio.
Los dos venezolanos fueron detenidos el 10 de noviembre de 2015 en Haití, y desde allí extraditados a Nueva York en un avión de la DEA, un procedimiento lo que fue cuestionado durante el proceso.