Una investigación reciente reveló que la farmacéutica multinacional Pfizer impuso algunos términos abusivos en las negociaciones de la venta de sus vacunas en Latinoamérica. La investigación se llevó a cabo en Reino Unido y Perú.
Este jueves se publicó un artículo realizado por la organización periodística The Bureau of Investigative Journalism (TBIJ), en conjunto con el medio peruano Ojo Público con las conclusiones de sus indagaciones. En el artículo se reveló que Pfizer pidió poner como forma de garantía activos soberanos de los países como propiedades e instituciones.
Las garantías servirían de resguardo para Pfizer en caso de que surgieran eventuales demandas por posibles resultados adversos de sus vacunas. Frente a ello, una fuente anónima calificó la postura de Pfizer como una “intimidación de alto nivel”, informó el medio RT.
Algunos países pidieron durante la investigación mantener el anonimato por cuestiones legales. Sin embargo, la mayoría concordó en catalogar como “intimidantes” los términos y condiciones de la farmacéutica para acceder a sus fármacos.
El caso de Argentina
Las negociaciones entre la farmacéutica y el gobierno de Argentina fue uno de los más llamativos ya que el diálogo no dio resultados. El fabricante de vacunas planteó al gobierno una gran cantidad de condiciones para eximirse de las responsabilidades legales posibles.
Alberto Fernández incluso señaló que la firma norteamericana se pasó del límite.”En lugar de ceder en algunos puntos, Pfizer exigía más y más”, afirmó citado por RT Actualidad.
Se llegó a acordar, por pedido de la firma, una ley especial para que se indemnizara a Pfizer en caso de demandas civiles. Sin embargo, en lugar de ceder en algunos puntos, la compañía exigía más.
Le solicitó al país que contratara un seguro internacional ante eventuales conflictos. También le pidió a Argentina que dispusiera sus activos en forma de garantía, algo que podía incluir inmuebles estratégicos y fondos del Banco Central.
El ministro de salud en Argentina se expresó públicamente al respecto y declaró que la farmacéutica se comportó de manera errónea con el país. De esta forma, las negociaciones quedaron truncadas.
¿Un abuso necesario?
En Brasil, Pfizer también optó por una estrategia similar de pedir condiciones para cubrirse en caso de reacciones adversas de sus vacunas. Al país brasileño le pidió disponer de activos soberanos. Es decir, el gobierno tendría que depositar dinero en una cuenta bancaria del extranjero para crear otro fondo de garantía.
El Ministerio de Salud del país tomó la petición como un abuso. Igualmente, el ente regulador brasileño ya aprobó el uso de estas inyecciones a gran escala, aunque la compra está trabada todavía.
A pesar de los diálogos infructuosos, reveló el artículo, Pfizer logró vender su vacuna a nueve países del continente. Entre ellos están Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, México, Panamá, Uruguay y Perú. Los detalles de los acuerdos no se hicieron públicos.
En el caso de Perú, fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores confirmaron que los planteamientos de Pfizer fueron distintos a los de otros laboratorios, a pesar del pacto logrado. Por eso, las negociaciones del convenio para adquirir 9,9 millones de dosis se extendieron por más de seis meses.
Sin embargo, a pesar del abuso que suponía aceptar los términos de la firma, Perú cedió parte de su soberanía. También aceptó que, ante controversias, otra jurisdicción pueda ejecutar decisiones de un tribunal arbitral.
Con este contexto, son varios los políticos latinoamericanos que se quejan por una presunta mala fe de la compañía para negociar con países no desarrollados.
La respuesta de Pfizer
Consultado para esta investigación, Pfizer manifestó: “En el mundo también hemos asignado dosis a países de ingresos bajos y medianos bajos a un precio sin fines de lucro. Esto incluye un acuerdo de compra anticipada con Covax para suministrar hasta 40 millones de dosis en 2021″.
Entre tanto, esa empresa espera vender este año vacunas contra el coronavirus a un valor total de 15.000 millones de dólares. BioNTech, la firma asociada a Pfizer, ya recibió subvenciones del gobierno alemán por alrededor de 445 millones de dólares.