Las encuestas anunciaron el panorama que se vislumbra el lunes en Costa Rica, país que irá a una segunda ronda electoral el próximo 3 de abril, luego de que ningún candidato logró obtener el 40% de los votos requeridos para resultar electo presidente de la nación centroamericana.
Hasta la madrugada del lunes y con un 79% de las actas escrutadas, el expresidente José María Figueres y su partido político Liberación Nacional, tenían asegurado el 27,28% de los votos; mientras que Rodrigo Chaves y su partido Progreso Social Democrático el 16,67%.
Tanto Figueres, quien fue presidente entre 1992 y 1996 y el economista Chaves se enfrentarán en la segunda ronda.
El abstencionismo en el país centroamericano alcanzó cifras históricas al llegar a un 40%, según datos oficiales del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
Los analistas advertían el desánimo de la ciudadanía para ejercer su derecho al voto, luego de escándalos de corrupción, la pandemia del COVID-19, y la crisis económica de los últimos años.
Otros por su parte acudieron motivados a los centros de votación desde tempranas horas, con camisetas, coloridas pancartas y emocionados por la oportunidad “de ejercer el derecho al sufragio”.
“Es un privilegio que tenemos y que no elijan otros por nosotros. El no votar equivale a eso”, dijo a VOA el costarricense Luis Rodríguez al salir de un centro de votación.
Tras conocer los resultados preliminares, ambos se mostraron abiertos a alianzas políticas.
De igual forma cada uno enfatizó que pondrían todo de su parte para lograr resultar electos en la segunda ronda.
“Ganamos esta primera ronda por un robusto margen y eso nos da una enorme responsabilidad. Mañana mismo continuaremos el trabajo para el triunfo final el próximo 3 de abril”, dijo Figueres a sus simpatizantes durante su discurso en San José.
Por otro lado, Chaves dijo que dejaría atrás “la confrontación estéril y rogó abocarse a consensos para reorientar el rumbo del país”.
Ambos candidatos han estado envueltos en escándalos por presuntos actos de corrupción y acusaciones de abuso sexual.
En el caso de Figueres los medios locales señalan que habría recibido fondos de una compañía extranjera, la cual era señalada de sobornar a políticos.
En tanto Chaves se vio implicado en una denuncia por supuestas “insinuaciones sexuales y “comportamientos inapropiados”.
Por otro lado, Figueres generó polémica el domingo tras indicar a los medios que de lograr llegar a la presidencia buscaría un diálogo con los países de Centroamérica, incluido Daniel Ortega.
«Propiciaré y buscaré una reunión de los mandatarios centroamericanos, aspiraría a que todos participáramos. Tenemos diferentes posiciones, lo reconozco. Nunca vamos a claudicar en nuestras banderas del respeto y la búsqueda de la democracia y los derechos humanos, pero los vecinos deben conversar porque esa es la manera en que logren acuerdos”, dijo Figueres.