La segunda ola de la epidemia del covid-19 en Europa no será la última, puesto que le seguirán nuevos episodios “sucesivos durante el final del invierno” boreal y la primavera, según el consejo científico que asesora al Gobierno francés.
“Tenemos por delante muchos meses con una situación extremadamente difícil”, prevé esta instancia en su último informe fechado el 26 de octubre y publicado este fin de semana.
Francia decretó un nuevo confinamiento, en vigor desde el viernes y hasta como mínimo el 1 de diciembre, ante el agravamiento de la situación sanitaria.
“Es muy difícil prever cuánto tiempo durará la segunda ola, puesto que depende del virus, de su entorno climático, de las medidas que serán tomadas para limitar la circulación del virus, de su aceptación y por tanto de su impacto”, escribió el consejo científico.
“Podemos barajar la hipótesis de una salida de la segunda ola a finales de año o principios de 2021. Esta salida deberá ir a la par con un nivel muy controlado de circulación del virus”, agregó.
Pero independientemente del éxito de las medidas aplicadas, estas probablemente “no bastarán para evitar otras olas”, según el consejo científico, que prevé posibles episodios sucesivos durante “el final del invierno y la primavera de 2021”.
Los gobiernos europeos estarán por tanto confrontados a “la gestión de estas olas” hasta “la llegada de las primeras vacunas y/o tratamientos”.
Esto lleva al consejo científico a barajar varias estrategias.
Primero “contemplar una estrategia de tipo on/off”, es decir, alternando periodos de restricciones con otros más permisivos. Pero “¿es posible a largo plazo? ¿Los franceses la aceptarán? ¿Es viable económicamente?”, se interroga.
Otra posibilidad, menos demoledora económicamente, es mantener el virus a una tasa inferior a 5.000 contagios diarios, frente al promedio de 40.000-50.000 casos actuales, como hicieron “varios países en Asia, Dinamarca, Finlandia y Alemania”.
Pero esta vía requiere “medidas fuertes y precoces” previas a cada nueva ola, como el diagnóstico masivo y el rastreo de contactos, concluyó el consejo científico.