Mónica Spear, una reina de belleza convertida en una talentosa actríz de ojos marrones cautivadores y altura de 1.78 metros, deleitó a los venezolanos y al mundo con su hermosura, su candidez y su talento, hasta que a la corta de edad de 29 años de edad, su vida fue arrebatada por la violencia en Venezuela, en un hecho que sacudió por completo al país que la admiraba.
De esa fatídica noche en la que la modelo, actríz y Miss perdió su vida han transcurrido ya exactamente tres años, Mónica Spear Mootz, fue asesinada junto a su exesposo, el empresario británico Thomas Henry Berry, cuando el 6 de enero del 2014 viajaban por el estado Carabobo, en el centro de Venezuela, con su pequeña hija Maya.
A pesar de haberse divorciado en el 2012, la actríz y el empresario mantenían una relación amigable. FM Center publica que el tour que realizaban era un viaje de reconciliación, sin embargo, sus planes fueron truncados por el hampa que azota al país.
El automóvil de la familia se accidentó en la vía de Valencia-Puerto Cabello y, según aseguraron fuentes, fue mientras esperaban la grúa que un grupo de hampones los abordaron para despojarlos de sus pertenencias. Al parecer, se resistieron al robo y fueron asesinados a tiros.
El llanto de la pequeña Maya alertó a un conductor, que se detuvo en el sitio y se dio cuenta sobre el hecho ocurrido.
Spear y Berry siempre viajaban juntos y aunque se habían separado, siempre se quisieron. Tenían una relación bastante cercana por su hija, aparentemente eranpadres ejemplares y según indican fuentes cercanas a la familia mencionaban que Berry era un buen apoyo para Mónica en el cuidado de su pequeña a pesar de que no vivían juntos.
Ambas víctimas fueron sepultadas en el Cementerio del Este en la ciudad de Caracas ante una multitud de familiares, amigos y artistas, quienes despidieron con aplausos a la pareja. La hija, sobreviviente al atentado, se encuentra bajo el cuidado de los abuelos, quienes se la llevaron a los Estados Unidos tras recibir la patria potestad.
Según Alida Yépez, pediatra de guardia del Hospital Adolfo Prince Lara, de Puerto Cabello, Maya, entonces de 5 años, pensaba que sus padres estaban dormidos en el auto. Mencionó el nombre de su madre y fue así que Yépez pudo alertar en Twitter sobre la llegada a la Emergencia de una niña herida de bala, sin padres, que decía ser familiar de Spear y lograron localizar a los familiares.
La herida estaba en la pierna derecha, y fuentes del hospital señalaron que la niña estaba nerviosa. “Llegó en buenas condiciones, consciente, pero muy conmocionada. Ella decía que se despertó: ‘Llamaba a mis papás, pero no me respondían; estaban dormidos dentro del carro”.
Ricardo Spear, hermano de Mónica Spear, confirmó en una entrevista ofrecida a la cadena Univisión, en Estados Unidos, que la niña ignora lo ocurrido a sus padres. “Me imagino que Mónica, en el intento de cuidarla, la agarró fuertemente y ella maneja la historia de que su madre le pegó”, declaró.
La historia de Mónica Spear marcó un hito en la memoria de los venezolanos y su recuerdo permanece fresco y vigente en las mentes de muchos, que la evocan como era, talentosa, bella y humilde. Los venezolanos jamás podrán olvidar la noche en la que esta familia fue fracturada por la violencia en una tragedia indescriptible.