El expresidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, dejó su asilo en México este viernes y partió rumbo a Cuba, según anunció la cancillería mexicana en un mensaje en Twitter.
El jefe de relaciones públicas de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, Roberto Velasco Álvarez, dijo que Morales salió hacia Cuba, sin ofrecer más detalles.
«Con respecto a la información que circula sobre Evo Morales, precisamos que el día de hoy el Sr. Morales viajó por la mañana rumbo a Cuba. Según nos informó, se trata de un viaje temporal. Por el momento esa es la información disponible», indicó el funcionario.
El expresidente viajó para una consulta médica, dijo a Reuters su exministra de salud y cercana aliada, Gabriela Montaño.
Morales llegó a México a mediados de noviembre en condición de asilado luego que el Ejército de Bolivia solicitó su renuncia en medio de acusaciones de fraude tras su triunfo en las elecciones presidenciales de octubre.
«El Presidente Evo Morales está en Cuba para una consulta médica con el equipo médico cubano que antes en Bolivia lo atendió», dijo Montaño a Reuters. La cancillería mexicana dijo que el viaje era «temporal».
Fuentes consultadas por el diario español El País, dijeron que Morales salió “con destino a Cuba y tiene pensado instalarse, después, en Argentina, una vez que Alberto Fernández tome posesión del cargo, el próximo martes”.
El diario mexicano El Universal por su parte señaló que el exmandatario había partido “con rumbo a la isla de Cuba, según fuentes consultadas”.
Morales renunció el 12 de noviembre, en medio de protestas y denuncias de fraude electoral, hecho que fue confirmado el jueves por medio de un extenso informe de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El gobierno mexicano concedió asilo a Morales junto a su entonces vicepresidente Álvaro García Linera y la exministra de Salud, Gabriela Montaño.
En 2017, Morales fue tratado en La Habana de un nódulo en la garganta. Antes, el exlíder cocalero de 60 años fue operado por médicos cubanos para realizarle un correctivo en las fosas nasales y, poco después, fue intervenido en sus rodillas tras lesionarse jugando fútbol.
Tras la partida de Morales, quien gobernó Bolivia por casi 14 años, la presidente interina Jeanine Añez anuló las cuestionadas elecciones de octubre y prevé la convocatoria a nuevos comicios sin la participación del exmandatario.
Morales acusa que fue víctima de un golpe de Estado orquestado desde Estados Unidos, con apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA), que emitió un informe que concluyó que en los comicios hubo «manipulación dolosa e irregularidades graves».