Varios países de la región han alzado su voz este jueves tras la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela de asumir las funciones del Parlamento. Brasil también manifestó su precupación antes la situación en el país.
El gobierno brasileño calificó de «ruptura del orden constitucional» el fallo que permitió a la corte suprema de Venezuela asumir las funciones del Parlamento, de mayoría opositora, según Clarín.
«El gobierno brasileño repudia la sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Venezuela que retiró de la Asamblea Nacional sus prerrogativas, en una clara ruptura del orden constitucional», afirmó la Cancillería en un comunicado.
El gobierno de Michel Temer pidió «ponderación» y un diálogo «efectivo y de buena fe» entre el gobierno de Maduro y sus adversarios políticos, como la mejor solución para la «restauración de la normalidad institucional» en Venezuela. Pero «la responsabilidad principal de invertir el rumbo de la crisis recae en el propio gobierno venezolano», añade.