Estados Unidos está enviando alimentos y medicinas a la frontera colombiana con Venezuela, donde serán almacenados, pero aún no es claro cómo ingresarán a la nación sudamericana, según reportaron medios que citaron a funcionarios con conocimiento de los planes en Washington.
Venezuela sufre un colapso económico con una histórica hiperinflación y escasez de bienes y alimentos que ha provocado la huída de unas tres millones de personas desde 2015, según datos de Naciones Unidas.
La agencia Reuters informó el martes que la ayuda incluye comida suplementaria lista para usar y de alta energía. El acopio de los productos se realiza en la fronteriza ciudad de Cúcuta.
Esta ciudad ha sido la más afectada por los migrantes venezolanos. Miles cruzan diariamente el principal puente entre los dos países cargando maletas y bolsas de plástico en busca de una vida mejor.
Según datos de fuentes de la Voz de América, camiones de carga fueron puestos en paso fronterizo colombo-venezolano del Puente Internacional Simón Bolívar, del lado venezolano, al final de la tarde de este martes.
El dilema sigue siendo la forma de ingresarlo al país en plena crisis, y en momentos en que el mandatario en disputa Nicolás Maduro insiste en no reconocer que hay una crisis humanitaria y, por lo tanto, no aprueba la entrada de la ayuda.
Maduro está respaldado por los militares, que han desconocido al presidente encargado Juan Guaidó, que sí es reconocido por Estados Unidos, la mayoría de los países de América Latina y el Parlamento Europeo.
Para impedir la entrada de la ayuda procedente de Estados Unidos, militares leales a Maduro están apostados del lado venezolano de la frontera con Colombia.
Las fuentes en Washington han dicho que los camiones con ayuda humanitaria se dirigían a Cúcuta a petición de Guaidó.
a llegada de la ayuda a la frontera venezolana incrementa la presión sobre Maduro. Incluso los más moderados no se pasan a su lado. El canciller de México, Marcelo Ebrard, por ejemplo, dijo el martes que su país no defiende al «régimen» de Venezuela, y aclaró que la intención de su gobierno es promover el diálogo para resolver la crisis política.
Los gobiernos de Rusia, China y Turquía respaldan a Maduro, y acusan a países occidentales de «injerencia» en los asuntos de Venezuela.
También el papa Francisco manifestó el martes que el Vaticano estaría dispuesto a mediar en Venezuela, si se lo pidieran las partes, y confirmó que Maduro le envió una carta aunque todavía no la había leído.
La falta de medicinas y alimentos es de los más graves problemas que enfrentan los venezolanos. Esta situación los ha llevado a protestar en las calles. Muchos piden la salida de Maduro del poder.El diputado opositor Miguel Pizarro dijo el martes en una conferencia de prensa que por el momento estaban en la fase de acopio de la ayuda y que cuándo, cómo y por dónde entrará al país para ser distribuida se informará más adelante, pero no precisó la fecha.
Se adelantó que el acopio se realiza en Cúcuta y proviene de empresas venezolanas en Colombia, del gobierno de Bogotá y otra parte de Estados Unidos y que calculan que lo que tienen es equivalente para asistir a los venezolanos por un mes.
Para el futuro esperan ayuda de Canadá, Alemania, así como de Argentina y Puerto Rico, entre otros, dijo Pizarro.
Hoy, en la @asambleave, presentamos la Estrategia Nacional de Atención a la Emergencia Humanitaria Compleja con la población, fases y ruta que seguiremos para hacer posible la atención a esta emergencia por medio de la activación de mecanismos internacionales de ayuda humanitaria
— Miguel Pizarro (@Miguel_Pizarro) February 5, 2019
Estados Unidos podría intentar obtener la aprobación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para prestar ayuda sin la cooperación de Maduro. Sin embargo, Rusia podría bloquear ese movimiento.
La negativa de Maduro y la decisión de Washington
«Quieren mandar dos camioncitos con cuatro peroles (cosas…), quieren venir a humillar al pueblo de Venezuela y yo no voy a permitir que humillen al pueblo de Venezuela», dijo Maduro.
También se ha enfrentado verbalmente a la UE, diciendo que el apoyo a Guaidó afectaría las relaciones con Caracas.
Y Estados Unidos ha sido claro desde el principio al decir que está listo para entregar ayuda humanitaria al pueblo venezolano.
El vicepresidente Mike Pence dijo al respecto a un grupo de exiliados venezolanos en Miami que «estamos preparados para trabajar con el gobierno provisional de Venezuela, la Asamblea Nacional, y el presidente Guaidó».