En carta abierta dirigida al Presidente (E) Juan Guaidó, el líder histórico Enrique Aristeguieta Gramcko, señala que “el uso de la fuerza para derrocar al régimen venezolano no es un error, ni tampoco un delito…” y aclara que la misma, “debe aplicarse mediante los mecanismos que establecen la Ley y el Derecho Internacional…”
Aristegueta Gramcko, califica de absurdos los empeños del G4 en negociar con el régimen “supuestas salidas electorales, que solo proporcionan oxígeno a Maduro” y el llamado proyecto de transición que “contempla la inclusión de jerarcas chavistas, que han sido cómplices del saqueo y de la destrucción de Venezuela”.
A continuación el texto completo de la carta.
Ciudadano
Ing. Juan Guaidó Márquez
Presidente (E) de la República
Palacio Federal Legislativo.-
Estimado Presidente:
El uso de la fuerza para derrocar al régimen venezolano no es un error, ni tampoco un delito; por el contrario, se trata de un deber moral y constitucional, según lo consagran los artículos 333 y 350 de nuestra Carta Magna, ya que Maduro es un usurpador, títere de los cubanos; y además es un reo de la justicia internacional, acusado de narcoterrorismo.
Sin embargo, la fuerza debe aplicarse mediante los mecanismos que establecen la Ley y el Derecho Internacional; es decir, recurriendo al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) y a la Responsabilidad de Proteger a los Pueblos (R2P), activando para ello el artículo 187, numeral 11, de la Constitución.
Supongo que sus asesores cometieron el error de conversar con mercenarios, en lugar de hablar con el Comando Sur, porque los jefes de los partidos opositores –conocidos como el G4– obviamente rechazan una solución de fuerza y apoyan solo la vía electoral, luego de una negociación que hasta ahora ha sido imposible, puesto que no está en el ánimo de los usurpadores. Por eso, yo opino que el G4 no debe ser quien condicione su actuación, sin perder de vista que, además, la Asamblea Nacional tiene sus días contados.
Señor Presidente, tal como se lo expresé públicamente hace un año, al momento de asumir la presidencia de la República, usted debió apartarse del G4, renunciar a su cargo en la Asamblea, y ejercer plenamente las atribuciones del Ejecutivo. Se lo manifesté entonces –y se lo reitero hoy– porque es público y notorio que el G4 está infiltrado por el chavismo.
Debido a esta triste circunstancia, el G4 se empeña en negociar con el régimen supuestas salidas electorales, que solo proporcionan oxígeno a Maduro; y también explica su absurdo proyecto de transición, el cual contempla la inclusión de jerarcas chavistas, que han sido cómplices del saqueo y de la destrucción de Venezuela.
Si usted no se independiza del G4, como se lo ordena la Constitución y como se lo exige el pueblo venezolano, entonces usted seguirá fracasando y jamás podrá lograr el cese de la usurpación. Y es evidente que la continuación de Maduro en el poder, significa el genocidio de nuestro pueblo y la destrucción total de Venezuela.
Tiene razón María Corina Machado, cuando afirma que éste es el momento para convocar una concertación de fuerzas internacionales para detener la tragedia de Venezuela (bit.ly/2WL94fr). También tiene razón el exministro boliviano Carlos Sánchez Berzaín, quien le propone asumir el liderazgo de una coalición militar internacional (youtu.be/6RB53HlF4BA).
Estimado Presidente, no tenga miedo de ejercer el mandato que la Constitución le otorga; haga uso del reconocimiento internacional que usted posee, el cual es un capital político inestimable; nombre un Alto Mando Militar en el exilio que diseñe, junto con nuestros aliados internacionales, una operación para derrocar a Maduro. Si así lo hace, el G4 no tendrá ningún poder sobre usted. Haga ahora lo correcto; Dios y la patria se lo premiarán eternamente.
Sin otro particular al cual referirme, me es grato suscribirme de usted.
Atentamente,
Enrique Aristeguieta Gramcko
Presidente de la Gran Alianza Nacional, GANA