La invitación de Donald Trump a Juan Guaidó a presenciar in situ su discurso del Estado de la Nación simboliza un espaldarazo de talla mayor al presidente encargado de Venezuela antes de retornar a su país para continuar su lucha por un cambio político, coinciden analistas políticos consultados por la Voz de América.
Pedro Urruchurtu, politólogo venezolano, valora la convocatoria de la Casa Blanca como “una bocanada de aire fresco” para Guaidó en los días terminales de su gira por Europa y América antes de retomar su rol dentro de Venezuela.
Contextualiza la presencia de Guaidó en el discurso presidencial recordando que Estados Unidos es su principal aliado y el principal baluarte en su reconocimiento internacional como presidente encargado de Venezuela.
“Implica un reconocimiento. Comparte espacio en el palco presidencial con la primera dama, Melania Trump. Eso es obviamente muy importante”, remarca.
Dice que la asistencia de Guaidó elimina de raíz la posibilidad de que su gira internacional quedase huérfana de un apoyo mayúsculo de parte de Washington y, a su vez, ayuda a espantar la polémica generada por los comentarios hacia Cuba durante su visita a Canadá.
Cree que es “la primera señal oficial” de parte del gobierno estadounidense hacia Guaidó, a pesar de sus encuentros recientes con Mike Pompeo, secretario de Estado, en Colombia, y con James Story, embajador de Estados Unidos en Venezuela, en Miami, Florida.
“Esta foto y este encuentro permiten no solamente darle una posición de mayor fuerza a Guaidó, sino que también representa un equilibrio de la gira”, destaca.