La Fiscalía federal alemana informó este miércoles de que el ataque con explosivos contra el autobús del equipo alemán de fútbol del Borussia Dortmund se investiga como un atentado «terrorista» y avanzó que se ha arrestado temporalmente a una persona del «espectro islamista».
La portavoz de la Fiscalía, Frauke Köhler, confirmó ante los medios de comunicación que en el lugar de los hechos se hallaron tres textos idénticos que apuntan a «un posible trasfondo islamista», en los que se pide que Alemania retire los aviones Tornado que participan en la misión militar en Siria y el cierre de la base aérea estadounidense de Ramstein (suroeste de Alemania).
Según añadió, en una página de internet de extrema izquierda también se ha reivindicado el ataque, pero los investigadores tienen «dudas considerables» sobre la veracidad de ese mensaje.
Las fuerzas de seguridad tienen en su punto de mira a dos sospechosos del espectro islamista y han registrado sus viviendas, pero sólo uno ha sido arrestado temporalmente mientras se estudia si se pide su ingreso en prisión.
El ataque tuvo lugar este martes hacia las 19.15 hora local (17.25 GMT). cuando se registraron tres explosiones al paso del autobús del Dortmund en su camino al estadio para enfrentarse al Mónaco en el partido de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones.
Resultó herido en un brazo por los cristales rotos el futbolista español Marc Bartra, pero Köhler explicó que los daños podían haber resultado mucho más graves.
Los artefactos, que se encontraban detrás de un seto, contenían piezas de metal y una de ellas se incrustó en el cabecero de uno de los asientos del autobús.
El alcance de los explosivos, cuya composición sigue investigándose, superó los cien metros, precisó la portavoz de la fiscalía.
Por el tipo de ataque, los investigadores asumen que se trata de un atentado con «trasfondo terrorista», aunque Köhler insistió en que «los motivos concretos no están claro en estos momentos».
El ministro del Interior del «Land» de Renania del Norte-Westfalia, Ralf Jäger, advirtió en una intervención anterior que no puede descartar ninguna vía de investigación -incluida la relacionada con hinchas violentos- y recordó que en todo el «Land» se han reforzado de forma permanente los dispositivos de seguridad.
«Vigilamos cada acto público, no solo los multitudinarios», apuntó el político socialdemócrata, quien aludió a la «situación especial» que se vive en este populoso estado federado del oeste de Alemania.
Jäger recordó, además, que hay de partir de la base de que los autores del ataque contra el autobús siguen libres y probablemente en la región.
La ciudad de Dinslaken y otros puntos de la cuenca del Ruhr, la región tradicionalmente minera donde se encuentra Dortmund, se considera un bastión del salafismo, minoría radical musulmana, que suma unos 10.000 individuos en toda Alemania.
En la región se concentran asimismo varios clubes de la Bundesliga -como el Schalke y el Borussia Mönchengladbach-, todos ellos con aficiones muy combativas.
En dicho «Land», gobernado por socialdemócratas y verdes, se celebran elecciones regionales el próximo 14 de mayo, los últimos comicios en el país ante las generales del próximo septiembre y envueltas por tanto en una fuerte expectación.