VERSIÓN FINAL

El desplazamiento forzoso en el mundo ha alcanzado niveles récord y afecta directamente a 120 millones de personas, cifra que marca el décimosegundo año consecutivo de aumento, según un informe anual que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) ha publicado este jueves.

Si las personas que han sido forzadas a abandonar sus hogares y sus lugares de origen, en la mayoría de casos para preservar sus vidas estuvieran juntas en un país, se trataría del duodécimo país más habitado del mundo, de una tamaño similar al de Japón.

Según el organismo, el dato global implica que una de cada 69 personas o el 1,5 % de la población global está desplazada, casi el doble que hace una década.

El año pasado, al menos 27,2 millones de personas fueron obligadas a desplazarse, aunque para varias de ellas no era la primera vez que sufrían esta situación.

Acnur señala que 23 millones de estas personas se encuentran en América, donde se producen «movimientos mixtos de personas refugiadas y migrantes sin precedentes en la región, a menudo a lo largo de rutas mortalmente peligrosas».

Sin embargo, la agencia destaca los avances en este continente en la adopción de «soluciones para garantizar la protección, la regularización y la integración de las personas en situación de desplazamiento».

El informe menciona los casos de Brasil, Colombia, Perú y Ecuador que «están llevando a cabo vastos programas de regularización para personas refugiadas y migrantes vulnerables, garantizando la documentación y el acceso a los servicios».

El director regional de Acnur para las Américas, José Samaniego, celebró la estrategia adoptada en muchos países «para abordar las causas profundas del desplazamiento en los países de origen, para responder a las necesidades humanitarias y de protección de las personas en tránsito, y fortalecer la protección, la inclusión y las soluciones en los países de destino y de retorno».

Los datos de este informe muestran que el número de venezolanos desplazados al extranjero aumentó en 2023 de 5,4 millones a 6,1 millones de personas, en su gran mayoría en otros países latinoamericanos como Colombia, que acoge a 2,9 millones.

Este repunte sitúa a Venezuela como el tercer país con mayor número de personas desplazadas al extranjero en el mundo, por detrás de Afganistán y Siria y superando a Ucrania.

El informe de Acnur, no obstante, no solo habla de los que se han ido, sino también de los que han regresado a sus hogares: cinco millones de personas que eran desplazadas internas y más de un millón de refugiados.

Estados Unidos fue un año más el país que más solicitudes de asilo recibió en 2023, que fueron 1,2 millones frente a un total mundial de 3,6 millones, seguido de Alemania (329.100), Egipto (183.000), España (163.200) y Canadá (146.800).

Estos cinco países recibieron más de la mitad de todas las peticiones de asilo a nivel mundial el año pasado, presentadas por nacionales de Venezuela (314.200), Colombia (209.900), Siria (201.000), Sudan (194.900) y Afganistán (169.600).