El Senado de EE.UU. aprobó este martes una resolución para «expresar su profunda preocupación por la actual crisis política, económica, social y humanitaria en Venezuela» y demandar «la liberación inmediata de los presos políticos».
La resolución, aprobada por unanimidad, exige también «respeto» para «los procesos constitucionales y democráticos».
Asimismo, la resolución también ratifica su apoyo a los esfuerzos del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y alienta a los Estados miembros de la OEA a que tomen medidas adicionales para enfrentar la actual crisis en Venezuela.
«Cuando más tiempo el presidente (Nicolás) Maduro y su Gobierno sigan siendo intransigentes en sus posiciones atrasadas y quebrantadoras de la ley, más tiempo sufrirá el pueblo venezolano», dijo el senador Ben Cardin, el demócrata de más alto rango del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara alta e impulsor principal del texto.
«Nuestra resolución envía una señal clara al señor Maduro de que debe permitir urgentemente el alivio humanitario internacional para proteger y salvar vidas venezolanas», agregó.
«También hacemos un llamamiento al Gobierno venezolano para que adopte medidas pendientes para combatir la corrupción y la criminalidad, garantizar los derechos humanos, liberar a los presos políticos y restablecer el respeto de su propia Constitución», subrayó Cardin.
Por su parte, el senador republicano Marco Rubio agradeció a sus colegas el apoyo bipartidista a la resolución e insistió en que «los funcionarios venezolanos que violen la ley y violen los derechos del pueblo venezolano deben rendir cuentas».
«Venezuela se encamina hacia la catástrofe. Sin embargo, el Gobierno de Maduro continúa ignorando los innumerables pedidos de adhesión a las normas democráticas y el respeto a las libertades civiles», añadió, por su parte, el senador Dick Durbin.
«El Senado de EE.UU. está con el pueblo de Venezuela, que continúa pagando el precio de la obstinada negativa de su Gobierno a cambiar de rumbo», sentenció Durbin. EFE