En Panamá la oferta de instituciones escolares es amplia y abarca diferentes programas educativos y actividades extracurriculares
Decidirse por un centro educativo donde los hijos pasarán la mayor parte del tiempo es una gran responsabilidad, sobre todo si es la primera vez que ingresan al sistema escolar. Visitar varios colegios y evaluar las ventajas que ofrece cada uno es la recomendación de Javier Lombardo, presidente de la Asociación de Padres de Familia del Instituto Panamericano, IPA, y miembro de la Unión Nacional de Asociaciones de Padres de Familia de colegios particulares.
“Como padre de familia siempre sugiero investigar muy bien y no dejarse llevar por la publicidad que muchas veces puede resultar engañosa. Hay que asistir al centro, conocer a los profesores, revisar la oferta académica, mirar las materias. De esta manera evitamos llevarnos una sorpresa cuando el colegio no cumple con lo que ofreció inicialmente”, señaló Lombardo.
Pero, ¿qué buscan las madres a la hora de elegir un colegio para sus hijos? Al consultar varias opiniones resaltó lo siguiente: calidad académica, aprendizaje de idiomas o de carácter bilingüe, enseñanza deportiva y principios como la inclusión y la tolerancia. Otros aspectos suelen ser que cumpla con un perfil internacional, sea religioso y accesible económicamente.
Hellen Abad, quien llegó a Panamá hace pocos meses, pensó que sería fácil encontrar un colegio para su hija de cinco años de edad. Su prioridad era elegir una escuela internacional pero los altos costos en las matrículas la obligaron a descartar esa opción. “La oferta es bastante grande aquí en Panamá. Visité al menos unos cinco centros, me interesaba además que fuese bilingüe, multicultural y eficiente académicamente. Por fortuna conseguí uno en una buena zona y mi hija comenzó a estudiar en diciembre. Obtener un cupo puede ser bastante difícil”, explicó.
La presidenta de la junta directiva del Colegió Alemán, Paula de Schneider, destacó que los padres suelen buscar una educación integral para sus hijos que no sea impositiva. «Hay la necesidad de una oferta que no sea tan académica sino más bien lúdica. Aquí ofrecemos ese modelo, siguiendo los patrones de una educación europea», dijo de Schneider. Con respecto a la dificultad para obtener cupos en los colegios, la Presidenta apuntó que es muy común a pesar de la amplia oferta que hay en la ciudad. «Yo recomiendo iniciar la búsqueda con bastante anticipación y anotarse en las listas de espera para no quedarse sin plaza.
Lombardo explica que la escasez de cupos se debe a la alta demanda. “Cada vez son más las personas que eligen una escuela particular porque no confían en el sistema público. Hay que reconocer que la calidad académica en ese sector ha disminuido, entonces se elevan las solicitudes en el sistema privado”. Otra limitación, agregó Lombardo, es el pago de donaciones o contribuciones incluidas en el costo de la matrícula, que oscilan entre 2 mil y hasta 10 mil dólares. “Estos montos no están regulados por la Ley y suelen ser muy elevados, no todo el mundo puede costearlos, pero tampoco no todos los colegios lo exigen”.
A María Daniela Montilla le preocupa no conseguir un cupo para su bebé de dos años de edad al que le corresponde entrar a pre kínder a los cuatro. “Me han dicho que es mejor comenzar a buscar apenas nace el bebé pero yo no lo hice y siento que estoy atrasada”. En su opinión las donaciones que exigen ciertos colegios son exageradas y deberían ser reguladas.
“En mi opinión es un tipo de contribución que no aporta a la educación de los niños y jóvenes. Pronto comenzará a regularse, estamos hablando de un derecho que es de todos”, cerró Lombardo.