El canal de Panamá cumplirá 17 años en manos panameñas al cerrar 2016, una fecha que será recordada por la apertura de la ampliación como sello de la soberanía del país sobre la vía originalmente construida por Estados Unidos, destacó este jueves la administración del canal.
«Los panameños hemos logrado mucho durante estos 17 años: reafirmamos nuestra capacidad para administrarlo, en nuestra primera decisión soberana sobre el Canal, dijimos sí a su ampliación, y luego superamos los retos que nos permitieron inaugurar en junio pasado el canal ampliado», expresó el administrador Jorge Luis Quijano en un comunicado.
Desde el mediodía del 31 de diciembre de 1999, cuando Estados Unidos entregó a Panamá la autoridad sobre el canal, inició una etapa de modernización para ofrecer un servicio seguro y confiable a sus clientes, a través de una operación rentable que contribuya al desarrollo del país, apuntó la Autoridad del Canal.
La administración destacó que ha otorgado al tesoro nacional 11.600 millones de dólares desde que pasó a manos panameñas, una cifra que se alcanzó este diciembre con el aporte directo de 1.013,1 millones de dólares.
En manos panameñas, el Canal reestructuró su sistema de peajes con un cambio de modelo de negocio, el cual expandió con la construcción del tercer juego de esclusas, el mayor proyecto que ha emprendido la vía interoceánica desde su inauguración en 1914.
«Producto de la modernización de su negocio, basado en un modelo de gestión pública consensuado por diferentes sectores de la sociedad nacional previo a la reversión de 1999, el Canal de Panamá ha funcionado de manera eficiente y rentable», indicó la Autoridad del Canal de Panamá (ACP).
El próximo 31 de diciembre, cuando se cumplan esos 17 años, habrán transitado por la ampliación 600 buques neopanamax, más grandes que los que pasaban por la vía tradicional.
Más del 50 % de ellos corresponde a buques portacontenedores, seguidos de barcos de Gas Licuado de Petróleo (LPG) y de Gas Natural Licuado (GNL).
Este último segmento de mercado se abrió por las grandes dimensiones de las nuevas esclusas, apuntó la ACP.
Además, para el 2017 se anticipa el paso de los primeros cruceros neopanamax.
El ensanche de la ruta acuática, que se inauguró el pasado 26 de junio, se construyó para que pudieran pasar por la vía este tipo de buques, que pueden llegar a transportar hasta 13.000 contenedores, casi tres veces más que los barcos que pasan por las viejas esclusas.
«El impacto mundial del canal ampliado ya es evidente. Hasta el momento, 10 servicios de línea neopanamax han sido redirigidos a la vía acuática reconociendo el valor de la ruta. Los puertos de la costa este de los Estados Unidos, por ejemplo, continúan invirtiendo en grandes mejoras de infraestructura para acomodar los buques más grandes y el volumen de mercancías facilitada por el canal ampliado», añadió Quijano.
Para 2017 el canal buscará consolidar el negocio de la ampliación y diversificar sus servicios con la construcción del puerto de Corozal, en la costa del Pacífico, en cuya licitación pública ya participan cuatro empresas precalificadas.
El canal de Panamá, por el que pasa cerca del 6 % del comercio mundial, une más de 140 rutas marítimas y 1.700 puertos en 160 países distintos.
La ampliación comenzó a construirse en 2007 con un coste que ya asciende a 5.450 millones de dólares. El principal proyecto de la obra, las nuevas esclusas, las construyó el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por la empresa española Sacyr.
La vía interoceánica fue entregada a Panamá a partir de la firma de los tratados Torrijos-Carter en septiembre de 1977, cuando el jefe de Estado panameño, Omar Torrijos, y el estadounidense, Jimmy Carter, rubricaron su acuerdo bajo la presencia de multitud de presidentes iberoamericanos.
A partir de entonces, Estados Unidos se fue retirando paulatinamente del país centroamericano hasta que el 31 de diciembre de 1999 se llevó a cabo la transferencia definitiva del Canal.