El presidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional de Venezuela (AN, Parlamento), el opositor Luis Florido, señaló este viernes que se inició una agenda para «alertar al mundo» la «posibilidad» de que el Gobierno del presidente, Nicolás Maduro, quiera desconocer a la Cámara en 2017.
En un comunicado, Florido manifestó que «ya están encendidas las alarmas en cancillerías, embajadas, parlamentos y organismos internacionales que están vigilantes ante lo que pueda suceder en Venezuela durante las próximas horas».
El parlamentario opositor resaltó que Maduro incluso podría impedir la juramentación de la nueva directiva del Parlamento para el periodo legislativo de 2017.
Según Florido, el Legislativo no va a «pedir permiso» ya que, afirmó, cuenta con el mandato constitucional que le dieron los electores el pasado 6 de diciembre de 2015 cuando la oposición obtuvo la mayoría de los escaños por votación directa.
Asimismo, instó al Ejecutivo a cesar «el constante conflicto contra la Asamblea Nacional de limitar sus facultades constitucionales», lo que, a su juicio, son una «grave lesión para la democracia» al no permitir que se «construyan leyes y políticas públicas a favor del pueblo».
El Parlamento se declaró en desacato al Supremo el 6 de septiembre, después de que este declarara la nulidad de todos los actos legislativos, debido a que la Cámara desconoció una sentencia anterior que ordenaba la suspensión de cuatro diputados como medida cautelar a una investigación por supuestas irregularidades en su elección.
En respuesta, la sentencia de la Sala Constitucional del Supremo declaró que son «inconstitucionales» y «absolutamente nulos» los actos del Parlamento, «mientras se mantenga (el) desacato» a esa Sala.
Esta decisión provocó la reacción del presidente de la Cámara, el opositor Henry Ramos Allup, quien respondió con reciprocidad que el Poder Legislativo desconoce también al Poder Judicial.
Los opositores sostienen que los magistrados que integran la Sala Constitucional fueron nombrados de forma irregular en el periodo anterior, cuando los chavistas ejercían el control de la Cámara, en una sesión relámpago días antes de abandonar el poder tras la contundente victoria de los opositores en las legislativas.