Con el pedido de que se gestione una reunión con los organismos internacionales que tienen que ver con el problema de la migración irregular, antes de la primera semana del mes de diciembre, culminó este miércoles la segunda reunión técnica trilateral, de los directores de Migración de Colombia, Costa Rica y Panamá.
Esta reunión será gestionada por los Estados Unidos, a fin de que se dé una canalización adecuada de los fondos que estos organismos internacionales deben destinar en apoyo a Panamá, principalmente, que requiere ayuda con carácter de urgencia para poder seguir haciendo frente a la situación.
La directora del Servicio Nacional de Migración (SNM), Samira Gozaine, reiteró el compromiso entre los tres países de trabajar para desincentivar la migración irregular, y principalmente, el inédito flujo norte-sur.
«Fue una reunión productiva. Conjuntamente, podemos encontrar soluciones a un problema que no es solo de nuestros tres países; se trata de un asunto multidimensional de grandes proporciones, que necesita ser atendido de esa misma forma», apuntó Gozaine.
La directora del SNM insistió ante sus pares de Colombia y Costa Rica, en que la selva del Darién «no es una ruta migratoria», y que de esta forma, debe darse a conocer para evitar que nuevos migrantes intenten cruzarla para llegar hasta Norteamérica.
Por su parte, la Subsecretaria Adjunta de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Emily Mendrala, indicó que se gestionará la reunión con organismos como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), y otros involucrados en el tema migratorio, en busca de
Durante la reunión efectuada en modo virtual desde la sede de la Cancillería de Panamá, la directora de Migración de Costa Rica, Marlen Luna Alfaro, secundó la posición panameña, y reconoció que le está siendo «muy difícil» controlar el flujo migratorio norte-sur, pasando hacia nuestro país.
«Al igual que Panamá, creemos que hay que desincentivar el interés de las personas que quieren migrar hacia Norteamérica, pasando por Darién y llegando a Costa Rica», explicó Luna Alfaro, quien incluso, habló de «endurecer las políticas migratorias costarricenses, como una forma de detener el flujo de migrantes irregulares por su territorio.
A su vez, el embajador de Colombia en Panamá, Mauricio Baquero Pardo, propuso adoptar acciones conjuntas entre los tres países, aprovechando que en el mes de diciembre hay un flujo migratorio bajo y es posible establecer algunos controles.