El Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición de Venezuela comenzarán este viernes una tercera fase de diálogo en México, tras haber firmado en el ciclo previo los primeros acuerdos parciales para la protección del Esequibo, una zona en disputa con Guyana y «la protección social del pueblo».
El lapso entre el segundo y el tercer ciclo, que se extenderá hasta el próximo lunes, ha tenido como gran sorpresa el nombramiento por parte del Gobierno del empresario colombiano Alex Saab como miembro de su delegación, pese a estar preso en Cabo Verde, a la espera de si es extraditado a Estados Unidos.
El anuncio lo hizo el jefe de la delegación del Gobierno de Venezuela y presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, el pasado 14 de septiembre, quien se refirió a Saab, preso en el país africano desde junio de 2020, como «diplomático venezolano».
Saab fue nombrado por el presidente Nicolás Maduro «enviado especial» y «representante permanente adjunto» de Venezuela ante la Unión Africana, así como embajador «plenipotenciario», cuando ya llevaba seis meses preso, por lo que no aplica la inmunidad diplomática que, según el antichavismo, buscaba el Gobierno.
En opinión de Rodríguez, el empresario colombiano, señalado de ser testaferro de Maduro, se encuentra «secuestrado en una cárcel en el extranjero» y se ha violado «toda la normativa internacional», así como «todos los derechos humanos y los derechos al debido proceso».
La oposición replicó al anuncio asegurando que continuará el diálogo pese a la decisión de «incorporar» a Saab, al considerar que la petición solo responde a una «estrategia de defensa» ante el proceso judicial.
«El anuncio de la solicitud de incorporación realizada, corresponde a una estrategia de defensa del régimen ante el proceso judicial entre dos países con separación de poderes y democracia, cuyos órganos jurisdiccionales siguen un proceso de extradición», afirmó entonces el equipo de prensa de Juan Guaidó en un comunicado.
Días después, el Gobierno de Venezuela también acusó a la oposición y a sus «patrocinadores extranjeros» de «sabotear, condicionar y evadir los compromisos establecidos» en el memorando firmado por las partes el pasado 13 de agosto para iniciar el diálogo.
«El Gobierno de Venezuela rechaza de manera categórica el intento de los factores de oposición presentes en la mesa de diálogo y negociación y de sus patrocinadores extranjeros de sabotear, condicionar y evadir los compromisos establecidos en el memorando de entendimiento», explicó Rodríguez en un comunicado.
En el ámbito internacional, el alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, confió en que la próxima ronda de las «complejas» negociaciones venezolanas en México continúen «de buena fe» tras los recientes logros alcanzados.
En un sentido opuesto se expresó el presidente colombiano, Iván Duque, quien subrayó en su discurso ante la Asamblea General de la ONU que los diálogos son esperanzadores pero no hay que ser ingenuos con los resultados que puedan arrojar.
«Los diálogos entre el Gobierno interino de Venezuela, que encarna la resistencia democrática, y la narcodictadura, si bien dan alguna esperanza, no nos permiten ser ingenuos, pues el único desenlace efectivo de ese encuentro es la convocatoria cuanto antes de una elección presidencial, libre, transparente y con una minuciosa observación internacional», manifestó.