El anuncio llegó a bombo y platillo, pero abrió casi tantas dudas como esperanzas. La negociación entre la oposición venezolana y el Gobierno tiene una losa pesada a sus pies; las experiencias previas generan inquietudes entre quienes desean un cambio en el país, mientras los liderazgos están cada vez más desgastados.
A cada lado de la mesa estarán los representantes de Nicolás Maduro y del líder opositor Juan Guaidó.
Sobre el tapete, planteamientos que, al menos en público, parecen cada vez más dispares y que dificultan, incluso, la fijación de una fecha para comenzar a hablar. En medio, hay una sociedad cansada que busca la supervivencia cotidiana.