Cristina Caicedo Smit (VOA)
En una visita reciente por parte del secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo a Colombia, el funcionario anunció una ayuda adicional de $348 millones para la crisis venezolana. $205 millones para enfocarse en la prevención de enfermedades como el polio, sarampión, paperas, rubéola y difteria.
«Cerca de 1.200 millones de dólares ha invertido Estados Unidos en la crisis venezolana y continuará haciéndolo, ya que es una prioridad para la administración del presidente Donald Trump”. Así lo indicó Joshua Hodges, sub administrador principal adjunto para América Latina y el Caribe de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional en una entrevista con la Voz de América.
“Solo la agencia USAID ha otorgado 571 millones de dólares para Venezuela y la región. Realmente lo vemos como una crisis regional y por eso estamos trabajando activa y agresivamente con nuestros socios internacionales”, indicó Hodges.
Según el funcionario de USAID, los esfuerzos han aumentado en los últimos años y se han ido enfocando no solo a resolver o aliviar las necesidades básicas de los venezolanos que se encuentran en su país, sino también de aquellos que están en países anfitriones como Colombia, Brasil y Ecuador, los cuales han sido los principales receptores de más de cinco millones de venezolanos que han salido de su país.
Entre las prioridades de la agencia estadounidense está el facilitar a los refugiados venezolanos el acceso a agua, comida, salud y albergue. Además de asistencia técnica a la Asamblea Nacional y al presidente interino Juan Guaidó. Hodges, resalta que trabajan arduamente para permitir que existan espacios democráticos en el país.
“Ya sea salud, acceso a información o simplemente soporte técnico en asuntos legales, incluso en temas de ciberseguridad, así como simplemente trabajar con la Asamblea Nacional para ayudar a promover la democracia, ayudar a promover una especie de camino hacia elecciones libres y justas”.
Además, el funcionario indica que los retos han aumentado ahora que la pandemia de COVID-19 ha paralizado las actividades económicas, se han implementado cuarentenas y los aeropuertos se han cerrado.
“Incluso hay casos en los que las madres embarazadas cruzan la frontera porque tienen miedo de dar a luz en Venezuela. Estamos trabajando con la comunidad circundante para abordar los relacionados con el COVID-19, donde estamos avanzando agresivamente en el suministro de ventiladores a los países anfitriones”. señaló Hodges a VOA.
Hodges criticó al gobierno en disputa de Nicolás Maduro por no permitir el acceso de la ayuda y ser el mayor impedimento para el avance de Venezuela y de la región y que sigue ignorando la voluntad del pueblo.
Acciones del régimen
No obstante, el presidente en disputa Nicolás Maduro, aunque no ha solicitado ayuda de Estados Unidos, sí firmó un convenio con el presidente interino Juan Guaidó para el ingreso de ayuda humanitaria y combatir el aumento del número de casos de COVID-19 y la falta de insumos médicos en el país.
Sobre la vacuna, Maduro dice que se iniciarán las pruebas en la población sobre la anunciada vacuna rusa, aunque la Organización Mundial de la Salud no le ha dado el visto bueno final.
“Ya le dije a la ministra que nuestra prioridad es la vacuna, con los rusos, con los cubanos, con los chinos, ya. Ya se han firmado los documentos de confidencialidad”, indicó Maduro durante una alocución por el canal del estado venezolano a inicios de septiembre.
La pandemia encuentra a Venezuela con su economía reducida a más de la mitad en seis años, escasez de combustible y un colapso de sus servicios públicos, crisis que ha causado el éxodo de más de cinco millones de venezolanos desde finales de 2015, según la ONU y la OEA.