Desde el conocimiento ante la opinión pública del Informe de la Misión de verificación de hechos del Consejo de DDHH de la ONU, hace un poco más de una semana, el tema le ha dado la vuelta al mundo.

Este documento de más de 400 páginas recoge testimonios de 273 casos de violaciones de los derechos humanos en Venezuela si  escatimar en detalles y dejando muy  poco a la imaginación.

El jurista y ex presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Carlos Ayala Corao, además de la comisionada de la CIDH, Esmeralda Arosemena,  fueron los ponentes este jueves en el primer webinar de una serie titulada “Venezuela Sin Derechos”, organizado conjuntamente por la embajada de Venezuela en Panamá y el Museo de la Libertad, y bajo la brillante conducción de Iván Chanis Barahona,  donde se abordó precisamente detalles de este polémico informe.

Uno de los detalles más importantes a destacar del mismo, según explica el doctor Ayala Corao es que dicho informe deja abierta la posibilidad de que  “la justicia internacional pueda procesar a los responsables de crímenes de lesa humanidad que se cometen en Venezuela”.

Continuó explicando el ex presidente del la CIDH que “este informe de la misión de la ONU no hace  más que ratificar lo que hace muchos años ocurre en Venezuela, por lo menos desde el año 2002. Han sido miles de detenciones arbitrarias que se han gestado”.

El evento contó con la presentación de la embajadora de Venezuela en Panamá, Fabiola Zavarce, quien realizó duras aseveraciones contra el régimen narco terrorista, aunque nunca más crudas y duras que lo que se relata en el documento de la ONU: “Lo que se vive en Venezuela no pueden ser llamado nunca un gobierno, esto es un Estado forajido. Denominarlo dictadura es un término suave porque en realidad todo esto es un sistema criminal que asesina y viola DDHH de manera sistemática, donde a pesar de que los DDHH forman parte de nuestra constitución no se respetan, son letra muerta”.

Esmeralda Arosemena, comisionada de la CIDH, centró su intervención en “el absoluto desbalance del estado de derecho que existe en Venezuela, donde además la institucionalidad democrática no funciona”.

Acto seguido, Arosemena pasó a  enumerar las razones de esta ausencia de institucionalidad como sostiene son la “falta de independencia judicial, el desconocimiento del orden del Estado y de la figura de la Asamblea Nacional, ataques directos contra los partidos políticos. Todo en conjunto constituye un resquebrajamiento total de las instituciones”.

Afirma la comisionada  que “no se trata de posiciones ideológicas ni políticas, se trata de un conjunto de elementos  que someten a la población venezolana a una verdadera crisis de derechos humanos”.

Raúl Morales, Presidente de la Fundación Democracia y Libertad, destacó en su participación que Venezuela no está sola,  y que cuenta con el apoyo desde todos los rincones del mundo,  y el panameño no es excepción: “Panamá ha puesto su granito de arena, si bien no ha sido resolviendo (la crisis venezolana), como nación le ha abierto sus brazos a una gran cantidad de venezolanos que han migrado a sus tierras”.

El cierre del evento deja abierta la esperanza para un pueblo que como cita Ayala Corao ha perdido lo más valioso como sociedad: “cuando el ser humano pierde su libertad está sujeto al mundo de la arbitrariedad”.

Por eso asegura que aunque en ocasiones tarde, “la justicia es un valor que nos mueve a vivir, y llegará su momento. Por eso hay que documentar –como lo hace el informe de la ONU-. Lo que no se documenta no existe”, puntualizó el jurista.

La comisionada Arosemena coincide con este punto de vista: “Este informe abre la posibilidad de soluciones, confíen venezolanos en la CIDH que estamos para acompañarles”.

La embajada de Venezuela en Panamá, en alianza con el Museo de la Libertad, se ha planteado continuar la convocatoria en torno a la realidad venezolana para nuevas actividades, convencidos en el poder de la denuncia, en la fuerza del conocimiento, para sumar solidaridades y apoyo a nuestra causa.