Cada 29 de septiembre, se celebra el Día Mundial del Corazón, una fecha para crear conciencia sobre las enfermedades cardiovasculares, reconocer sus síntomas, prevenir y superar ese padecimiento.
Este año, el tema central del Día Mundial del Corazón se enfoca en los “héroes del corazón”: personas de todos los ámbitos que están cumpliendo la promesa dada –a su familia, sus hijos, como empleado o profesional de la salud– de vivir más saludablemente y proteger su corazón.
De acuerdo con la Federación Mundial del Corazón (la organización que creó esta fecha conmemorativa en el año 2000), la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte hoy en día, pues cobra casi 18 millones de vidas cada año, un tercio de todas las muertes en el planeta y la mitad de todas las muertes relacionadas con enfermedades no trasmisibles. Con solo hacer algunos pequeños cambios en nuestras vidas podemos reducir nuestro riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Gracias a los avances e innovaciones en medicina, tecnología, y la dedicación de médicos y especialistas en el mundo, existen las herramientas para ayudar a personas que sufren de complicaciones o enfermedades del corazón. Pero a pesar de esto, el primer paso para tener un corazón saludable depende de uno mismo. Cleveland Clinic, institución de salud estadounidense reconocida por su excelencia en cardiología y cirugía cardíaca durante más de 25 años, ofrece estos consejos:
Comer grasas saludables. Necesitamos grasas en nuestra dieta, pero es importante evitar las grasas trans, que a menudo se usan en productos horneados envasados, bocadillos, margarinas y comidas rápidas fritas para agregar sabor y textura. Estas grasas aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas o sufrir un derrame cerebral, debido a que las grasas trans obstruyen las arterias al elevar los niveles de colesterol malo (LDL) y disminuir los niveles de colesterol bueno (HDL). Al eliminarlas de su dieta, mejora el flujo sanguíneo en todo el cuerpo.
Practicar una buena higiene dental. La salud dental es una buena indicación de la salud general, incluido el corazón, porque aquellos que tienen enfermedad periodontal (de las encías) a menudo tienen los mismos factores de riesgo para la enfermedad cardíaca. Los estudios han demostrado que las bacterias que existen en la boca y están involucradas en el desarrollo de la enfermedad de las encías pueden pasar al torrente sanguíneo y elevar la proteína C reactiva, que es causante de inflamación en los vasos sanguíneos. Estos cambios pueden, a su vez, aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
Dormir lo suficiente. Dormir es esencial para mantener el corazón saludable. Si no se duerme lo suficiente, puede haber un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, no importa la edad u otros hábitos de salud. Los investigadores creen que dormir muy poco causa interrupciones en las condiciones de salud subyacentes y los procesos biológicos, incluso la presión arterial y la inflamación.
No mantenerse sentado durante mucho tiempo a la vez. Los expertos dicen que es importante moverse durante todo el día. Estacione su auto más lejos de la oficina, realice algunas caminatas más cortas durante el día y/o use una estación de trabajo de pie para poder moverse hacia arriba y hacia abajo. Y recuerde hacer ejercicio la mayoría de los días. Además, sentarse durante largos períodos de tiempo (especialmente cuando se viaja) aumenta el riesgo de trombosis venosa profunda (un coágulo de sangre).
Evitar el humo de segunda mano. Los estudios demuestran que el riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca es aproximadamente del 25 al 30 por ciento más alto para las personas que están expuestas al humo de segunda mano en el hogar o el trabajo. Según la Asociación Americana del Corazón, la exposición al humo del tabaco contribuye a aproximadamente 34.000 muertes prematuras por enfermedad cardíaca y 7.300 muertes por cáncer de pulmón cada año. Las personas que no fuman y tienen presión arterial alta o colesterol alto tienen un riesgo aún mayor de desarrollar enfermedades cardíacas cuando están expuestas al humo de segunda mano. Esto se debe a que las sustancias químicas emitidas por el humo del cigarrillo promueven la acumulación de placa en las arterias.