Con o sin crisis, con guerra o sin guerra, en año de elecciones o sin elecciones, las Grandes Ligas han tenido resultados multimillonarios en cada uno de los últimos 50 años.
Y esta vez, mientras esperamos conocer si se elige a Donald Trump o a Hillary Clinton, sufrieron una muy pequeña baja en la venta de boletos, 0.1%. Sin embargo, con baja y todo, recibieron más de 73 millones de fanáticos en los 30 estadios.
El promedio del precio por entrada es de 12 dólares, por lo que la traducción de esa venta es de 876 millones de dólares, o mejor, 900 millones, porque fueron “más de 73 millones” los boletos vendidos.
Vamos a agregar lo que les pagan por derechos para la televisión de Juegos de Estrellas, Playoffs, Series Mundiales y Juegos de la Semana, dos mil 400 millones anuales.
Más, radio y televisión locales, venta de comidas, bebidas y souvenirs, mil 500 millones.
Total de ingresos de la industria en 2016, cuatro mil 800 millones de dólares.
¿De qué tamaño y de cuál color es eso?, lo ignoro. Y no quiero averiguarlo.
Esto explica por qué pueden pagar hasta 20 o 25 millones a algunos bigleaguers.
Agreguemos a esta interesante cuenta, que cada año el valor del equipo asciende. Por ejemplo, George Steinbrenner compró los Yankees en 1973 por 10 millones, y la revista “Forbes” los evaluó recientemente en tres mil millones. Y algo intangible, pero que significa más millones de dólares: La publicidad personal gratuita que recibe el propietario.
Steinbrenner era millonario en 1973, gracias a sus astilleros de Tampa, pero lo conocían en su casa, sus empleados y, quizá, algunos de sus clientes. En menos de un año, ya para 1974, se había convertido en un personaje de fama internacional.
La primera frase que pronunció cuando la conferencia de prensa para presentarse como propietario, le dio la vuelta al mundo del béisbol: “Los Yankees volverán a ser un equipo ganador, porque tengo al mejor pelotero en mis manos”, y sacó de un bolsillo una chequera para mostrarla.
Nadie puede decir que no cumplió aquella promesa.
Los ingresos extras de los equipos en playoffs y Serie Mundial no los agrego, porque todo eso se les va a los propietarios en las relaciones públicas que exigen esos eventos especiales.
Es un negocio multimillonario en el cual hay que invertir multimillones.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.