El servicio Nacional de Migración de Panamá informó esta semana que ha detenido entre enero y mayo de este año a 688 extranjeros, la mayoría de ellos de países como Colombia, Cuba y Venezuela.
El organismo indicó que de los ciudadanos retenidos, 204 son de Colombia, 178 de Cuba y 103 de Venezuela.
La principal causa de las retenciones fue «el estatus irregular» y «la estadía vencida» de extranjeros que llegaron al país. De esa cifra, 81% son hombres y 19% mujeres, de entre 18 y 37 años de edad, según un comunicado divulgado por las autoridades.
Le siguen Nicaragua con (89), y República Dominicana (20) y El Salvador (17). También están Honduras (11) y Ecuador (10).
El organismo informó además que en menor presencia han sido retenidos ciudadanos de países como Yemen, México, Perú, Bolivia, Canadá, Guatemala, Brasil, Costa Rica, Estados Unidos, Haití, India e Irak.
La autoridad migratoria detalló que 348 detenidos tenían estatus migratorio irregular, 126 tenían vencida la estadía y 73 fueron retenidos por razonesde seguridad.
Además explicaron que uno 66 extranjeros están siendo investigados o verificados, mientras que unos 40 por estaban trabajando sin permiso para permanecer en el país. Otros 30 retenidos cometieron faltas administrativas.
La política migratoria de Panamá está permitiendo que ciudadanos de países como Cuba y Venezuela, visiten y realicen compras en el país. Panamá ha sido en los últimos años uno de los destinos de migrantes de la región, entre ellos los venezolanos que escapan de la crisis.
Trabajadores por cuenta propia de Cuba suelen viajar también con frecuencia al país para comprar productos que escasean en la isla afectada por la escasez y la crisis económica. Previamente reciben visas estampadas de entradas múltiples.
Una campaña que comenzó a fines de mayo ofreció esperanzas a miles de inmigrantes venezolanos que no han podido regularizar su situación migratoria en Panamá por falta de recursos. La iniciativa busca recaudar dinero para pagar los trámites y se denomina «un dólar por un paisano legal». La impulsan «Chamos Panamá», un colectivo de migrantes venezolanos en el istmo que pretende recolectar al menos 517 dólares a la semana, equivalentes al costo por persona de la residencia por regularización migratoria en Panamá.