Dependiendo de los síntomas, explorará una parte específica del cuerpo para diagnosticar: un tumor, una cardiopatía, una lesión pulmonar, patologías a nivel de los ojos, oído, un traumatismo o lesiones óseas y a nivel de la columna vertebral, problemas vasculares, craneoencefálicos, patologías a nivel abdominal y pélvico
Estos estudios contribuyen, cuando son necesarios, a la precisión de un diagnóstico o para conocer la efectividad de un tratamiento. La Resonancia Magnética (TRM) usa un potente imán, ondas de radio y una computadora para crear imágenes detalladas ofreciendo así una mirada más precisa de los huesos, músculos y órganos en el interior del cuerpo humano.
Se parece más a una tomografía computarizada que a una radiografía. Muchas personas confunden los dos estudios porque los equipos utilizados son muy similares y ofrecen imágenes de los huesos, órganos y otros tejidos internos.
Sus múltiples diferencias son: la TRM utiliza un campo magnético para generar una imagen, por lo tanto no expone a la radiación y no es nociva para la salud. Mientras que la TC usa radiación y su exposición repetida puede ser perjudicial. Un examen de TRM se realiza entre 30 y 60 minutos como promedio y una TC dura menos tiempo, alrededor de 5 a 10 minutos. En cuanto al precio en dólares la TRM es más costosa que un TC.
La TRM proporciona una imagen más clara de los tejidos anormales y es una mejor exploración para observar ligamentos y tendones, la médula espinal y otros tejidos blandos mientras que la TC ofrece una mejor calidad de imagen a los huesos y es mejor para el diagnóstico de problemas del tórax y pulmón, así como para la detección de algunos tipos de cáncer.
Hay muchas razones por las que el médico puede solicitar una TRM. Dependiendo de los síntomas, explorará una parte específica del cuerpo para diagnosticar: un tumor, una cardiopatía, una lesión pulmonar, patologías a nivel de los ojos, oído, un traumatismo o lesiones óseas y a nivel de la columna vertebral, problemas vasculares, craneoencefálicos, patologías a nivel abdominal y pélvico.
En algunos casos específicos los especialistas solicitan una TRM con contraste, el cual se inyecta por vía endovenosa el cual ofrecerá mejor calidad de las imágenes y proporcionará mayores detalles. En estos casos, el radiólogo estará atento a las alergias durante el procedimiento. Las reacciones graves al agente de contraste son raras, pero pueden ocurrir. El departamento de imagenología está bien entrenado sobre cómo manejar una reacción alérgica.
Para su realización al paciente se le hacen ciertas recomendaciones: durante el estudio no debe usar joyas o algún tipo de metal en el cuerpo. Debe informarle al especialista si tiene un marcapaso, placas de metal, tornillos o varillas, válvulas cardíacas artificiales, un dispositivo intrauterino (DIU), un implante de bomba de infusión, una articulación artificial, empastes dentales, prótesis u otro trabajo dental de metal, si ha trabajado en la industria de elaboración de metal (y podría tener polvo de metal en sus ojos).
Las resonancias magnéticas son indoloras. El único “desafío” para los adultos, y especialmente para los niños, es quedarse completamente inmóviles durante el examen. Cualquier movimiento podría dar lugar a imágenes borrosas, tal como pasaría con una cámara típica. La cantidad de tiempo para el examen variará, dependiendo de lo que se está explorando.
Algo que debe estar en conocimiento la persona es el ruido de la máquina la cual tiene gran cantidad de sonidos diferentes y algunos de ellos son demasiado fuertes. Por esta razón, se le ofrecerán auriculares. Puede escuchar música o incluso a veces ver una película. También será capaz de escuchar al técnico radiólogo dándole instrucciones o controlando a través de los auriculares. Si se siente intranquilo acerca de el examen, puede solicitar que el técnico le dé un “botón de pánico” para que lo tenga durante el proceso. Pulsar el botón indicará al técnico que le gustaría detener el examen y salir de la máquina.
En algunos casos se recomienda tener al lado un acompañante lo cual es muy útil en especial para las exploraciones de los niños. A pesar de lo segura e indolora la resonancia magnética, puede ser una prueba difícil para las personas que sufren de claustrofobia. La máquina no está completamente cerrada, pero el estar siquiera parcialmente en un área cerrada es suficiente para que algunas personas se llenen de temor. En estos casos, puede ser posible utilizar una máquina de resonancia magnética “abierta” para el examen.
Los niños pequeños que son incapaces de quedarse quietos durante el tiempo que dura el examen pueden requerir sedación y a veces también se utiliza para los pacientes que sufren de claustrofobia.
Fuente: American Academy of Family Physicians