Con 83 migrantes venezolanos, que aún habitaban el campamento humanitario creado por las autoridades colombianas hace dos meses, fue desmontado el lugar que albergó alrededor de 600 personas que llegaron en busca de comida y techo.
El cierre fue anunciado desde el montaje del campamento, pues se creó como un refugio temporal donde los venezolanos recibieron alimentación, tratamiento especial para madres gestantes, lactantes y niños, e incluso ha sido un lugar de paso para que los habitantes puedan moverse hacia otros países.
«El balance es que ha sido un proceso muy duro, pero logramos avanzar en los problemas de convivencia. Y hoy culminamos este proceso», aseguró la secretaria de Integración Social, Cristina Vélez, citada por el diario El Tiempo.
Además, el medio publicó que algunas personas fueron saliendo por cuenta propia y otros estuvieron a la espera de utilizar el servicio de mudanza.
Alrededor de las 9 de la mañana, todas las carpas habían sido desmontadas. A los migrantes que no tenían albergue, se les anunció que hay otros lugares especiales determinados por las autoridades locales donde pueden acudir para pedir ayuda.
En una entrevista a la revista Semana, Cristina Vélez, secretaria de integración social de Bogotá, dijo que de los venezolanos que pasaron por este campamento, «115 se retiraron voluntariamente por razones como que consiguieron con qué pagar un arriendo, un trabajo, o amigos o familiares que los acogieron en sus hogares; 56 abandonaron el campamento sin decir por qué o a dónde iban; 138 viajaron a Rumichaca o de regreso a Venezuela con apoyo de Migración Colombia, la Embajada de Venezuela, la Alcaldía y varias ONG; y 43 fueron expulsados por consumo de sustancias psicoactivas, violencia y agresiones físicas, amenazas a funcionarios o robos».
“El Distrito comenzó desde el 13 de noviembre (cuando se abrió el campamento) a hacerle seguimiento a las personas y familias para ayudarlas a ver qué podían hacer y en tomar los siguientes pasos (…) Lo que haremos por supuesto es vigilar a las personas vulnerables, darles alternativas, pero no en este espacio en Engativá”, afirmó la secretaría a El Tiempo.
Cabe recordar que este lugarfue protagonista de desmanes, el año pasado e, incluso, se llegó a informar que había infiltrados de la guardia venezolana para alterar la armonía.