La mayoría de las veces los medicamentos nos ayudan a conservar la salud. Nos ayudan en la prevención y tratamiento de las enfermedades o afecciones, sin embargo, en oportunidades nos pueden causar problemas es decir, producir reacciones o problemas no esperados.
Uno de estos problemas, es la interacción que ocurre por ejemplo, entre dos medicinas como la aspirina y los anticoagulantes, entre medicamentos y alimentos, como las estatinas y el pomelo, entre los analgésicos y las enfermedades, como la aspirina y las úlceras pépticas. Estas interacciones pueden cambiar el efecto de uno o ambos medicamentos, como también no ser efectivos, producir reacciones secundarias o aumentar su acción sin necesidad.
Algunos de estos efectos secundarios pueden ser leves, tales como el dolor de estómago o los mareos que se eliminan después de dejar de tomarlos, pero otros pudieran ser más graves. Otros pueden producir reacciones alérgicas que se manifiestan en forma leve o grave siendo la urticaria o erupciones cutáneas las más comunes.
Las etiquetas de las medicinas que se consiguen sin receta médica ofrecen información que es muy importante leer y entender, señalan acerca de posibles efectos secundarios, el nombre y la cantidad de cada ingrediente activo, para qué se usa, advierten cuándo hablar con un médico o farmacéutico antes de tomar la medicina, las circunstancias médicas que pueden hacerla menos efectiva o insegura, cuándo una medicina no debe ser usada y cuándo dejar de tomarla, como también el tiempo y la cantidad para tomarla sin peligro. Informan además acerca de ciertos ingredientes tales como el contenido de sodio o de azúcar para personas con restricciones dietéticas o de alergias e indican el contenido de ingredientes inactivos (como los colorantes, materia adherente, etc.)
Cuando es una prescripción de su médico infórmele si toma otras medicinas, si algunas son con receta médica o sin ella y si toma suplementos dietéticos como vitaminas, productos botánicos, minerales y herbáceos. No olvide mencionar los alimentos que consume. Cuando las obtenga exíjale al farmacéutico ‘la hoja’ que acompaña a la medicina en el paquete, la cual, provee más información sobre posibles interacciones con otros medicamentos.
A veces diferentes medicinas vendidas sin receta médica pueden contener el mismo «ingrediente activo». Si usted está tomando más de una, preste particular atención a los «ingredientes activos» usados en el producto, para evitar ingerir demasiada cantidad del mismo. En algunos casos, es conveniente consultar con su médico antes de tomar cualquier medicina, en especial si es una mujer embarazada o está amamantando a un bebé.
Una forma de disminuir las probabilidades de tener reacciones adversas es informándole a su médico el número de medicamentos que usted toma. Y en caso de tener varios médicos siempre hay que informarles de todos los medicamentos que se está tomando. A veces es conveniente usar solamente una farmacia para que los farmacéuticos lleguen a conocerlo y sepan los medicamentos que usted toma. Ellos están preparados para notificarle si podrían causarle alguna reacción adversa.
Los medicamentos que se venden sin prescripción (a veces llamados «medicamentos sobre el mostrador») pueden también causar problemas como las vitaminas, los productos hechos a base de alimentos buenos para la salud y las hierbas (en tés o en tabletas). Por lo tanto infórmele a su médico o a su farmacéutico si usted está usando esta clase de productos.
Al tomar cualquier medicamento, es importante estar pendiente de cualquier cambio, en el organismo, llámese signo o síntoma. A veces puede ser difícil saber si una reacción adversa es causada por su enfermedad o por su medicamento. Infórmele a su médico cuándo le comenzaron y si son diferentes o no de otros que ha tenido por causa de una enfermedad. Las siguientes son algunas reacciones adversas que se pueden presentar: erupción cutánea («rash»), formación de moretones con facilidad, sangrado, náusea y vómito severo, diarrea, estreñimiento, obnubilación y dificultad para respirar. Recuerde cuando comience a tomar una nuevo medicamento, ya sea de receta o no, asegúrese de entender bien cómo tomarlo correctamente.. Averigüe qué remedios o alimentos necesita evitar y si es necesario consulte con su médico o el farmacéutico si tiene alguna inquietud.