Muy pocas veces ha ocurrido en Venezuela, en la votación presidencial de este 20 de mayo el índice de abstención podría ser mayor al que obtenga el vencedor de esta contienda que se celebrará tras haberse acabado, para muchos, la confianza en el sistema electoral.
Una reseña especial de EFE, destaca que el bloque de fuerzas políticas y sociales de la oposición ha llamado a la ciudadanía a no “convalidar el fraude” de este domingo, en el que el actual jefe del Estado, Nicolás Maduro, buscará la reelección en una contienda en la que también participan otras tres personas.
Indica que es la segunda vez que el antichavismo pide a sus simpatizantes no votar,luego de hacerlo para las parlamentarias de 2005, y también es la primera vez desde que se instauró la democracia en 1958 que un grupo político de importancia decide no presentar candidato para unos comicios presidenciales en el país petrolero.
Señala que la decisión de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de no participar en unos comicios que considera fraudulentos y evitar así validar la que se vaticina cantada reelección de Maduro supone un escenario atípico en el país caribeño.
Sin embargo, los analistas no descartan un escenario en el que Maduro no gane y señalan que, gane quien gane los pronósticos post electorales son múltiples.
El analista Luis Vicente León, presidente de la firma Datanálisis, explicó a EFE que en las últimas cinco elecciones presidenciales el porcentaje de personas que aseguraban estar “muy dispuestas a votar” un mes antes de la cita, terminaba siendo muy cercano al dato de participación el día de la contienda.
Mientras que en 2013 cerca del 75 % manifestaba su firme deseo de elegir presidente para entonces -y terminó participando casi el 80 % del censo-, para el mes pasado, señaló León, no más del 40 % de los encuestados dijo estar “muy dispuesto” a acudir a las urnas el 20 de mayo.
Subrayó el encuestador, el escenario es inédito y de nada vale hacer proyeccionesbasados en el comportamiento histórico del electorado venezolano.
“Nunca habíamos tenido una elección donde una parte importante de la oposición se fractura: una llama a la abstención y otra al voto con desconfianza“, enfatizó.