Un motín registrado el Miércoles Santo en una cárcel del estado Carabobo en el centro de Venezuela provocó un incendio de gran magnitud que ocasionó la muerte de 68 personas —66 reclusos y dos visitantes—, según se lee en una minuta de la policía de la entidad.
La cifra de víctimas mortales fue confirmada por el fiscal general, Tarek William Saab. “En las indagaciones preliminares, los resultados arrojan el fallecimiento de 66 hombres y dos mujeres que se encontraban en calidad de visitantes (pernocta)», dijo el funcionario. «A los mismos se les realizaron los respectivos protocolos de autopsia y entrega respectiva de los cuerpos a sus familiares”.
La organización local Una Ventana a la Libertad, que defiende los derechos humanos de los reos, indicó en un comunicado que, según versiones extraoficiales, el incidente ocurrió cuando unos detenidos despojaron de su arma a un guardia, que resultó herido en la pierna. En medio de la riña se generó un incendio que alcanzó las colchonetas de las celdas, lo que expandió rápidamente el fuego.
Los decesos se dieron por inhalación de gases y quemaduras. La policía de Carabobo responsabilizó a los reclusos de lo sucedido.
Al condenar el motín, el diputado opositor Juan Miguel Matheus exigió en su cuenta de Twitter al gobernador oficialista de Carabobo, Rafael Lacava, que informe al país sobre el hecho.
Entre gritos y llantos, varias decenas de familiares de los presos tomaron los alrededores de la comandancia general de la policía para exigir a las autoridades información sobre los detenidos.
La policía buscó dispersar la multitud frente al penal con gases lacrimógeno.
Videos difundidos en Twitter muestran a decenas de personas exigiendo información, entre ellas madres de los privados de libertad que lloraban frente a un piquete de la policía que custodiaba el lugar.
“Los que están vivos, están casi muerto porque están casi asfixiados. Tienen que sacarlos al hospital porque se van a morir; que lo saquen para que vayan al hospital”, dijo Jenny Blanco, pariente de uno de los reos.
María José Rondón, madre de otro privado de libertad, responsabilizó de lo sucedido a la policía local. “Lo que queremos es justicia con los policías que son los principales corruptos”, dijo la señora Rondón.
El hacinamiento en las cárceles de Venezuela obliga a los cuerpos de seguridad a utilizar centros policiales como lugares de reclusión permanente. Aunque por ley los detenidos no deberían pasar allí más de 48 horas.
Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones, señaló que los centros de detención “son bombas de tiempo que van reventando, están súper hacinadas con más de 200% donde los presos duermen parados”.
“Hay personas que están dentro de esos calabozos (…) y las autoridades no saben que existen porque no se atreven a entrar”, aseguró.
Venezuela tiene una treintena de cárceles con aproximadamente 50.000 reclusos en total, los cuales enfrentan serios problemas de hacinamiento y violencia.