Texto: Andriw Sánchez Ruiz / Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Foto: AVS Photo Report
La esperada sincronía del pitcheo y bateo oportuno de Cardenales de Lara fue lograda gracias a un dueto de son cubano. Fueron los antillanos Jorge Martínez y Henry Urrutia los que marcaron el compás de los pájaros rojos para evitar otro asalto de Caribes de Anzoátegui al Estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto e igualar la Serie Final 1-1.
El golpe de Urrutia fue el primero. Puso a bailar a las tribunas y graderíos del diamante crepuscular al madrugar a Freddy García, abridor de los indígenas, con un cuadrangular de dos carreras en el primer inning. La bola ni siquiera encontró la resistencia de la vasta pradera que hay en el jardín central.
“Freddy es un tipo muy agresivo con la zona de strike. Sabía que no iba a rodear la zona, entonces salí a golpear la bola, pero no andaba buscando un batazo largo, solo tratar de mantenernos en base, porque detrás vienen peloteros que tienen mucho más fuerza al bate”, relató el jonronero Urrutia. “Me tocó hoy a mí poner un granito de arena para el equipo. Lo más importante es que el equipo gane. Me salieron las cosas bien gracias a Dios”.
El tablazo fue suficiente para ayudar a la dirección orquestal que realizó Martínez. El derecho domó de tal forma la furia de los bates aborígenes, que solo aceptó dos imparables en los 5.2 innings que trabajo. Esos ingredientes fueron suficientes para que Cardenales blanqueara 4 a 0 e igualara la serie final de la temporada a una victoria por bando.
“Hoy pudimos tener todos los elementos que nos acompañaron durante toda la temporada: buen pitcheo del abridor y la defensa estuvo bien”, dijo el José Moreno, manager alado. “Era muy importante picar adelante en el juego y especialmente después de dos outs, algo que nos hizo falta ayer (el sábado)”.
Tras el cañonazo de Urrutia, los larenses volvieron a pisar el plato en el tercer capítulo después de un sencillo de Ildemaro Vargas. La anotación le fue apuntada al Torpedo, quien no logró completar los tres pasajes de trabajo y cargó con la derrota.
La corta ventaja de Cardenales lució tan grande como la distancia de Barquisimeto a Puerto La Cruz, gracias a la inspiración de Martínez. Los envíos del serpentinero pusieron a Caribes por el suelo, literalmente, pues de los 17 outs que realizó 13 fueron en el cuadro, incluyendo los tres ponches que propinó. De hecho, los dos imparables que aisló fueron par de infield hit.
“La clave fue el ataque”, aseguró el experimentado serpentinero cubano. “No acumular corredores en base. Un lineup como ese, en el que (Alexi) Amarista es octavo y (Luis) Sardiñas noveno, dice mucho. Pero la clave es tirar los pitcheos arriba del plato y no embasar a los bateadores porque es un equipo de mucho poder, que da jonrones, y esa ha sido la clave. Lo más importante en un playoffs es disfrutarlo. Uno no va a llegar a una Final a inventar un lanzamiento. Simplemente se sale con lo que se tiene, confiado”.
Para asegurar el laurel, la bandada roja obró una rayita más en el séptimo episodio, cortesía de un elevado de sacrificio de Juniel Querecuto que le permitió anotar a Elvis Escobar. El bullpen del equipo preservó la lechada contra Anzoátegui, al solo embasar tres hombres en los últimos tres actos, uno por hit y dos por bases por bolas.
La serie se reanudará el martes, en el Alfonso “Chico” Carrasquel de Puerto La Cruz.
“En Puerto la Cruz trataremos de mantener la bola bajita e intentar minimizar los extrabases, tratando de que la bola salga de rolling”, comentó Moreno. “Tal vez (Jesús) Montero en el séptimo bate para bajarle un poco la presión, pero voy a tratar en lo posible de mantener el lineup en la medida en que sigamos ganando”.
Este lunes 22 de enero la serie toma un descanso y se reanuda, en Puerto La Cruz, para los próximos tres encuentres a partir de este martes.