En el año 2006, Gabriel Pérez comenzó su carrera diplomática en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela. Hace casi tres años se convirtió en el Cónsul Adjunto en la Embajada de Venezuela Panamá. Es licenciado en ciencias políticas con un diplomado en estudios internacionales. En el Istmo, se ocupó de la oficina de casos especiales de la embajada.
Pero el pasado 25 de julio decidió renunciar al cargo por estar en desacuerdo a la instrucción de la cancillería venezolana, que le exigía a los diplomáticos manifestar su apoyo a la Constituyente promovida por Nicolás Maduro.
¿Cuál fue el punto decisivo que le llevó a renunciar a su cargo?
«Salió una instrucción del canciller Samuel Moncada a todas las embajadas para que todos los diplomáticos desde el embajador hacia abajo, nos pronunciáramos públicamente a favor de la Constituyente»
Pudo ser impulsado por la decisión del colega Isaías Medina, nuestro consejero en la misión permanente en la ONU, porque este es un momento de definiciones. Salió una instrucción del canciller Samuel Moncada a todas las embajadas para que todos los diplomáticos desde el embajador hacia abajo, nos pronunciáramos públicamente a favor de la Constituyente. Eso fue algo que para mí rebasó cualquier nivel de tolerancia, porque se irrespeta la inteligencia de cualquier persona. No puedes obligar a una persona que tiene años de servicios a que tome posición política de algo.
¿Cómo evalúa el tiempo que permaneció como Cónsul Adjunto en la Embajada de Panamá?
«Instituciones como el SAIME les están negando a los venezolanos en el exterior su identificación. Apostillar un documento es una tragedia»
Tuvimos la oportunidad de sensibilizarnos muchísimo con la problemática de la comunidad venezolana, no solo en Panamá sino en el mundo entero, como los pensionados y jubilados y el derecho a la identificación. Instituciones como el SAIME les están negando a los venezolanos en el exterior su identificación. Apostillar un documento es una tragedia. Desde esta trinchera he podido observar que si en Venezuela llueve, para los venezolanos en el exterior no escampa.
¿Cómo ve la situación en la que se encuentra el país desde que inició la resistencia? ¿Influyó en su renuncia?
Sin duda. Esto ha sido un ejercicio de reflexión constante desde que iniciaron estas protestas. Un ejercicio de consulta con mi propia conciencia, con mi familia y amigos cercanos y lo he rechazado. Pero tengo una disyuntiva, porque desde la responsabilidad que tenía podía aportar algo a la solución y desde mi condición de diplomático podía ayudar a las personas y aportar un granito de arena para muchos venezolanos que están pasando una situación lamentable en el exterior.
¿Cómo puede terminar de afectar el país una medida tan extremista como la Constituyente?
Es muy paradójico, porque el gobierno ha dicho que la Constituyente es para construir la paz y yo como profesional de las ciencias políticas digo que es inconstitucional porque no se ha aprobado a través de referéndum consultivo para saber si el pueblo lo desea. No se puede cambiar la constitución cada vez que haya un presidente nuevo.
¿Cuál es su opinión sobre la situación que están viviendo los venezolanos en Panamá?
«Ya vamos para tres mil ciudadanos sin pasaporte»
La veo mal, pero pudiera estar peor. Sin embargo, gracias a la hospitalidad del pueblo panameño y del gobierno del Presidente Varela, que nos han recibido, no se ha agravado más. Un ejemplo es que prácticamente ya vamos para tres mil ciudadanos sin pasaporte y están esperándolo. Para poder legalizarse en Panamá los venezolanos deben tenerlo vigente al menos con seis meses. Por eso la embajada, y el gobierno panameño, a través de migración, ideó un documento para las personas que ya lo tramitaron para que con esa certificación puedan sacarse los documentos
Hablando de la situación de los venezolanos en el exterior, con el éxodo de compatriotas por el puente Simón Bolívar, ¿Cree usted que las personas están huyendo de la crisis y de la incertidumbre?
Esto sin duda es una crisis humanitaria. Uno sabe que se está presentando una crisis humanitaria que está generando y repercutiendo en los países vecinos como Panamá y Colombia. Hoy en día que pasen 75 mil personas en un día de un país a otro es un éxodo que deja ver la gran crisis social. El miedo, la incertidumbre, la inseguridad, y el desabastecimiento influye. Ha aumentado por las medidas drásticas que está tomando el gobierno, la represión abusiva por los cuerpos del estado.