En Grandes Ligas, cuando se hace la pausa por el Juego de Estrellas, se habla del fin de la primera mitad de temporada y comienzo de la segunda, pero no necesariamente es que porque se dividen la cantidad de juegos por cada organización, que es de 160.
Por ejemplo, los Dodgers, cuando se disputó el Juego de Estrellas 2017, el pasado 11 de julio en el Marlins Park de Miami, ya sumaba 90 encuentros disputados, diez más que los 80 que marcarían una exacta mitad de su calendario. En fin, es algo meramente simbólico eso de primera y segunda mitad.
Precisamente de la organización asentada en Los Ángeles quería hablar por ser el equipo con más victorias, 61, ante de la pausa de Miami. ¿Dónde están las personas que dicen que el pitcheo no es el apellido de este deporte llamado béisbol?
La escuadra californiana, con apenas el séptimo mejor average ofensivo (.256) de la Liga Nacional, lidera la gran carpa en victorias. Esto es posible gracias a sus lanzadores, quienes ostentan, con 3.15, la mejor efectividad de todo el béisbol, lo que los ha llevado a permitir el promedio (.223) más bajo a los contrarios.
En la Liga Americana, mandaron los Astros de José Altuve y compañía. El equipo de Houston lideró las Grandes Ligas en bateo colectivo con .289 y su efectividad fue la quinta mejor con 3.93.
Sinceramente no creo que vayan a cambiar mucho las cosas con Dodgers y Astros para la segunda fase y ambos van a ganar la División Oeste de la Liga Nacional y Liga Americana, respectivamente.
La sentencia de Judge
En este momento Aaron Judge es, por lejos, la estrella más rutilante de las Grandes Ligas. Para este servidor, lo que hizo el novato de los Yankees con el madero fue lo más sobresaliente de todo el béisbol antes de la pausa por el Juego de Estrellas.
Judge se convirtió en el novato de los Yankees con más jonrones (30) en una temporada y todavía le restan 76 encuentros. Entiendo que en cualquier equipo es una cifra importante de vuelacercas, pero cuando se habla de la novena de Nueva York, llena de tantas historias y figuras legendarias, la gesta hay que magnificarla.
Aaron ha revolucionado las Grandes Ligas con sus batazos y por momentos llegó a ostentar la Triple Corona de bateo, que si me preguntan, pienso que es capaz de ganarla. Sí, en esa dimensión anda el jardinero de Linden, California.
Les voy a dejar este dato: En la historia de la gran carpa, solo dos peloteros han ganado el mismo año el premio Novato del Año y Más Valioso. Fred Lynn en 1975 y al japonés Ichiro Suzuki en 2001. Si no hay lesiones o un bajón ofensivo de leyenda, Judge será el tercero. ¿Ustedes qué dicen?