La ex diputada y líder política venezolana María Corina Machado, quien ha sido acusada de todo por la administración Maduro, desde intento de magnicidio, hasta de traición a la patria, hoy celebra que los factores democráticos estén alineados en una política de rebelión cívica, de desconocimiento al régimen que califica de estado-mafioso y narcotraficante.
Hoy, en Conversaciones, Machado habló con la periodista Nitu Pérez Osuna:
¿Para qué un plebiscito?
Para ratificar lo que ya el pueblo de Venezuela decidió y que está de manifiesto desde hace más 90 días en la calle.
El Tribunal Supremo de Justicia dirá que es inconstitucional
Le respondemos que los ilegales e inconstitucionales son ellos, los magistrados. Vamos a hacer el plebiscito porque nosotros no los reconocemos, al igual que tampoco reconocemos al Consejo Nacional Electoral.
Maduro ha dicho que el plebiscito no es vinculante
Lo que no es vinculante para ellos es la Constitución porque han hecho con ella lo que les ha dado la gana. Han cerrado todos los mecanismos institucionales y si quedaba alguna duda, el 5 de julio ante el asalto a la sede de AN, quedó despejada.
No solo despojaron al parlamento por la vía jurídica de sus competencias de ley, sino que le arrebataron sus espacios con sangre. Antes hicieron lo mismo con la Fiscal.
Por lo tanto, no hay otra opción que aplicar el único artículo de la constitución, que frente a un totalitarismo mafioso, empodera a los ciudadanos y nos da un mandato.
Que quede claro que el llamado a plebiscito no significa que vamos abandonar la calle, todo lo contrario, esperamos que el 16 sea el clímax de esta lucha. Llegada la fecha, el 350 se aplicará de forma simultánea a nivel nacional e internacional.
¿Quiénes pueden participar en el plebiscito?
Todos los venezolanos mayores de 18 años, inscritos o no en el Registro Electoral (RE). Sabemos que hay miles de venezolanos a quienes no les han permitido inscribirse en el RE. A todos les digo que sí podrán manifestarse y ser parte de ese veredicto ciudadano.
Es una jornada hermosa, poderosa y también peligrosa porque el régimen sabe lo que significa: su salida del poder. En Panamá y en todas las ciudades donde exista un grupo de venezolanos dispuestos a organizarse -según los lineamientos ya publicados en las redes sociales- podrán participar y ser protagonista de un evento que equivale al acta de la independencia de la última tiranía. En Venezuela, habrá alrededor de mil 600 puntos de plebiscito.
Luego de casi 100 días de protestas, parecieran obvias las respuestas al cuestionario formulado para el plebiscito
Se le está dando legitimidad a los poderes que surjan de él incluyendo un gobierno de Unidad Nacional. Recordemos que allí se interpelará al ciudadano no solo sobre la designación de nuevos poderes públicos cuyos nombramientos fueron viciados, sino que se plantea además la instauración de un nuevo gobierno al cual, con nuestra participación, le estamos brindando toda la fuerza para la etapa que viene; un proceso de transición que será de gran complejidad porque primero, se realizará en medio de una crisis humanitaria profunda, donde al día siguiente que salga Maduro, los venezolanos querrán ver comida y medicinas.
Segundo, tendrá que atender la crisis de seguridad interna. Hemos visto grupos paramilitares desatados en las calles del país y todos sabemos del deterioro del apresto operacional de las policías y otras fuerzas.
Tercero, una crisis económica descomunal con nuestra industria petrolera destruida. Nadie sabe cuánto produce, cuánto le ingresa ni cuánto debe PDVSA. Cuarto, la lucha contra el sistema de mafias que lo ha penetrado todo y que va a estar operando en contra de esa transición porque quieren mantener el statu quo que le beneficia.
Así que lo que nos viene es una tarea gigantesca: salvar a Venezuela del abismo. Eso solo será posible si creamos una plataforma donde todos los ciudadanos nos sintamos representados y donde pueda existir confianza.
Pero la administración Chávez-Maduro se ha mantenido a pesar de la crisis
Porque lo mantienen las mafias. Pensamos durante mucho tiempo que el régimen se soportaba en una estructura burocrática de la administración central y/o del partido oficial PSUV. Pero no, es mucho más complejo que eso. Sus soportes han sido unos hilos de intereses económicos monstruosos que lo penetraron todo: sistema financiero, medios de comunicación, sector productivo, comercial, militar y político y son tan responsables como el dictador Maduro.
Son hilos oscuros que tienen además intereses externos ¿Qué pasó en las últimas sesiones de la OEA? No ha sido un apoyo al régimen por un interés petrolero exclusivamente, la droga está en todas partes y por eso esta lucha es tan peligrosa y tan necesaria.
Afortunadamente hay mucha gente decente, la mayoría, y ha presionado a tal punto, que ha ido quebrando esos hilos. Otro de los pilares que ha sustentado al régimen ha sido la complicidad entre organismos y poderes públicos y hemos visto en las últimas semanas como esa complicidad comienza a fracturarse. Creo además que el impulso para este quiebre ha sido el calificativo que al régimen de Maduro se le da internacionalmente: Estado-mafioso y narcotraficante. Entonces, funcionarios cercanos al régimen han dicho, ¡ya va! narcotraficante no.
¿La Fuerza Armada ha jugado un papel importante en el mantenimiento de este régimen?
Pero se voltean. Lo que vimos este 5 de julio en el desfile militar fue un triste espectáculo en el que se le exigió a los oficiales vistieran el uniforme No.1, que no permite armas de reglamento sino sables y guantes. A qué le temen. Maduro está solo y aislado. En estos días todo se vuelve más oscuro, pero son los últimos.
Afirma usted que más importante que el 16 es el 17. ¿Nos explica?
El 16 de julio es la rebelión cívica simultánea en acción y el detonante para que el 17 iniciemos lo que hemos llamado la HORA CERO, que es la protesta indefinida, de mayor intensidad hasta que salgamos de la dictadura y para ello hay que prepararse ya.
¿María Corina ve realmente una salida?
Sí, porque confío en los venezolanos, esa es la razón de mi convicción. Yo confío en nosotros. Cuando veo en la calle a los jóvenes en primera fila acompañados de sus padres, cuando converso con familiares de los asesinados y me dicen «les pido en nombre de mi hijo, que este dolor no sea en vano… sigan adelante», cuando observo a periodistas amenazados, golpeados y botados por informar pero continúan haciéndolo, ratifico mi convicción. Son 19 años de represión, de altos y bajos en la lucha, pero hoy todas las visiones se han alineado en una política de rebelión cívica de desconocimiento al régimen.
Maduro no da muestras de retorcer
Su radicalización y el llamado a su fraudulenta Constituyente cohesionó a las fuerzas democráticas y fracturó al chavismo. Quienes le daban algún beneficio de duda y aconsejaban que nos sentáramos con el régimen, han entendido que la única manera de hacerlo es desde una posición de fuerza y ella está con la gente en la calle.
Una última reflexión
El pacto republicano con el que se inicia la transición tiene que fundamentarse en una amplísima participación e inclusión donde prevalezca la justicia sin impunidad ni venganza. La libertad como objetivo porque solo alcanzándola podremos tener una sociedad próspera que deje atrás el estatismo, centralismo, populismo, clientelismo y militarismo que han prevalecido simultáneamente y que tanto daño han hecho. Dejar atrás todos estos males, es la verdadera transformación hacia una Venezuela productiva, libre, digna, soberana y democrática.
A los venezolanos que están fuera del país, mi reconocimiento, gracias a ellos y lo que le contaron al mundo hoy estamos aquí en esta etapa final. En momentos de dificultad busco la imagen de los aeropuertos de Venezuela y la visualizo con aviones entrando, repletos de nuestros hijos, sobrinos, amigos, conocidos, todos cargados de ganas, experiencias y contactos para compartir y construir. Vamos juntos a desatar toda esa energía creadora que ha estado reprimida. Venezuela va a despegar. Será el milagro venezolano, no tengo duda de ello.