El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) reportó este jueves que de 54.738 personas que conforman la población carcelaria, 173 reclusos fallecieron en el país durante 2016, mientras que otros 268 resultaron heridos.
A través de un informe, el OVP clasificó a las cárceles venezolanas en dos grupos, uno que es el sistema nacional, dirigido por el Ministerio de Servicios Penitenciarios, que agrupa las penitenciarias y centros de máxima seguridad, y en otro grupo incluye a las comisarías y calabozos policiales controlados por autoridades municipales o regionales.
Esta ONG venezolana, está orientada a dar seguimiento del sistema penitenciario nacional, lo que ha develado alarmantes cifras de violencia en los reclusorios, donde el hacinamiento sería de 153%, es decir una población interna cuatro veces superior a la capacidad instalada en el país, que se conformaría por 35.562 reclusos, reseñó EFE.
Por su parte, el coordinador general del OVP, Humberto Prado, señaló que estas condiciones de hacinamiento han aportado al deterioro de las condiciones de salud y seguridad de los recluidos.
Para el especialista al menos 49 % de la población padece enfermedades de la piel, otro 21 % enfermedades respiratorias, y solo 30 % tiene salud plena. Mientras que los calabozos policiales, donde existen los mayores problemas de hacinamiento, han superado “más de 10,3 (veces) el límite inferior del hacinamiento crítico”.
Según esta investigación, los calabozos policiales, tanto nacionales como municipales, con una capacidad de 8.000 reclusos, albergan a aproximadamente 33.000 personas, lo que representa un hacinamiento de 412 %.
Finalmente, el OVP denunció que se han registrado en los calabozos diez muertes por desnutrición en 2016 a causa de la falta de alimentos. Dentro de los datos de la violencia de estos calabozos la ONG asegura haber registrado tres casos de “canibalismo”, usado como un método de castigo de los propios internos.