El bufete de abogados Mossack Fonseca desmintió este viernes las confesiones que su abogada en Brasil, María Mercedes Riaño, hizo ante la Fiscalía panameña y en las que aseguró que los socios de la firma prestaban servicios para facilitar el blanqueo y la evasión de impuestos.
El despacho, epicentro de los denominados papeles de Panamá y ahora salpicado por el caso «Lava Jato», calificó los alegatos como «invenciones y suposiciones» que no están relacionadas a la imputación que hace el Ministerio Público (MP-Fiscalía) de Panamá.
El bufete reiteró en un comunicado que Riaño es propietaria única de la sociedad Mossack Fonseca do Brasil y que manejaba sus propios clientes, contrario a lo que ella ha dicho a la Justicia, según una confesión suya filtrada a medios locales.
De acuerdo con Riaño, que está en detención preventiva investigada por blanqueo, dos ejecutivos de la empresa panameña viajaban por el mundo ofreciendo «servicios de refacturación, los cuales no eran legales pues ayudaban al cliente a dejar sus ganancias en los bancos panameños o de otros países», publicó el canal TVN en su sitio web.
Los abogados «brindaban el servicio de scrow account», una cuenta «intermedia donde entraba y salía dinero de un banco a otro, facilitando la pérdida del rastro del dinero», agregó, y aclaró que desconocía si el origen de esos fondos era lícito.
Para ofrecer este servicio, Mossack Fonseca contaba con 12 cuentas de diversos bancos alrededor del mundo para hacer el pasaje del dinero, y entre estas las más usadas eran algunas de Bahamas, en el Banco Winter Butom, y otra en Santa Lucía, en el Banco Santa Lucía, explicó, de acuerdo con la publicación de TVN.
Esos ejecutivos, Amauri Batista y Edinson Teano -también detenido en Panamá-, «sabían quiénes eran los beneficiarios finales de las cuentas de banco de donde provenía el dinero, así como el verdadero destinatario del mismo».
Desde que explotó el escándalo de los llamados papeles de Panamá, Ramón Fonseca Mora, socio principal de la firma junto con Jürgen Mossack, ha negado que su bufete conociera el uso final de las sociedades y los servicios que prestan.
El despacho de abogados que defiende a Fonseca Mora y Mossack, también detenidos desde el 9 de noviembre, sostuvo este viernes que procederá a aclarar cada uno de los señalamientos de Riaño «mediante evidencias físicas convincentes y contundentes, que probarán la falsedad de sus declaraciones», a pesar de que se ha afectado su derecho a la defensa porque se le ha negado el acceso al expediente.
La firma advirtió además que la filtración de la confesión de Riaño es ilegal de acuerdo con la legislación vigente en Panamá.
«La intención de hacer pública selectivamente una declaración es una muestra más de la debilidad de este caso», añadió.
La Fiscalía panameña formuló a Fonseca Mora, Mossack, Riaño y Teano cargos por blanqueo de capitales, con el argumento de que el bufete panameño es una «organización criminal» que ayudó a lavar dinero en la trama «Lava Jato».
Antes de ser detenido, Fonseca Mora negó ante los medios su vinculación con «Lava Jato», aunque reconoció que «algunas sociedades» anónimas constituidas por su bufete, que cifró en una decena, «han sido vendidas a abogados o a bancos que sí han tenido relación con algunas de las personas metidas» en el mayor caso de corrupción en la historia de Brasil.
En ese momento, la firma se desvinculó de la labor de Riaño pero su defensora, Aura Emérita Guerra, dijo a periodistas que la letrada era una representante de Mossack Fonseca en Brasil y que actuaba por instrucciones del bufete.
Dentro de su confesión, Riaño habla, entre otras cosas, de una compañía de Mossack Fonseca, Mosfon Asset Management, que «confeccionaba las estructuras tributarias más sofisticadas para la evasión de impuestos», «con licencia de la Superintendencia de Bancos para el negocio fiduciario en Panamá».
El sistema de Mosfon Asset incluía la venta de sociedades en países que no estaban en la lista negra de la OCDE, por blanqueo de capitales, de acuerdo con la filtración.