Caracas, 9 mar (EFE).- Venezuela mira al norte y se une a El Salvador, Haití, Honduras y Nicaragua para formar el quinteto de países latinoamericanos beneficiados por el Estatus de Protección Temporal (TPS) que EE.UU. otorga a ciudadanos de naciones azotadas por desastres naturales, conflictos bélicos, políticos o sociales y situaciones que requieren especial atención.

La decisión de la Administración de Joe Biden, hecha pública el 8 de marzo y que beneficiará a unas 323.000 personas, tensa un poco más las relaciones entre EE.UU. y Venezuela, ya que el mandatario estadounidense considera que en la nación caribeña no se dan las condiciones para que los venezolanos puedan volver de manera segura a su país.

Y para Nicolás Maduro, esas condiciones no existen precisamente por culpa de las sanciones que el Ejecutivo estadounidense ha impuesto a Venezuela en los últimos años y que impiden que el país suramericano pueda acceder a cuentas y bienes que tiene depositados en la nación norteamericana.

Por esta razón, en canciller del régimen, Jorge Arreaza, reclamó, nada más conocerse la decisión de Biden, el «levantamiento total de las sanciones arbitrarias que generan dolor y sufrimiento en el pueblo de Venezuela”