«Es simplemente inconcebible que violadores masivos de derechos humanos» como es el gobierno en disputa de Maduro «puedan jugar un papel» en el consejo, dijo la embajadora ante la ONU, Kelly Craft.

Por su parte, el secretario de Estado, Mike Pompeo culpó al presidente en disputa de Venezuela, Nicolás Maduro, de querer un puesto en el consejo para «bloquear cualquier límite a su control represivo al pueblo venezolano».

En el Congreso, varios legisladores estadounidenses también criticaron la elección y cuestionaron la validez del órgano internacional.

“Desafortunadamente ese grupo ha perdido su credibilidad”, dijo el senador republicano Marco Rubio a la Voz de América. Esta opinión fue compartida por el legislador Bob Menéndez, quien calificó de “horrible” la elección del gobierno en disputa de Nicolás Maduro al consejo.

“[La elección de Venezuela] es una razón por la que el consejo de derechos humanos no representa los derechos humanos actualmente”, dijo el demócrata a la VOA.

El gobierno en disputa de Venezuela, por otro lado, celebró su entrada al consejo de Derechos Humanos como una «victoria del pueblo venezolano».

«Gran victoria […] de la patria sobre todos aquellos que querían colonizarla», dijo el embajador de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada en un video publicado por la cuenta de Twitter de la misión.

El Consejo tenía dos puestos libres para América Latina, por los cuales competían también Brasil y Costa Rica. En la votación de 193 países, Brasil, que buscaba su reelección, obtuvo 153 votos, Venezuela 106 y Costa Rica 96.

Organizaciones de Derechos Humanos, como Human Rights Watch, también se opusieron a la candidatura de Venezuela, alegando que, debido al récord de abusos de derechos por parte del gobierno en disputa, el estado no es «apto» para participar en el órgano.

Otros países

A la salida de la votación, el embajador de Costa Rica ante el organismo, Rodrigo Carazo, indicó que su país «dijo presente». «Costa Rica a luz de las violaciones a los DD.HH. en la región, dijo: vamos a ocuparnos de esto», relató.

Afirmó que esta elección de Venezuela «no es conveniente», pues por ser un miembro que está siendo investigado» van a ir a la defensiva, en vez de a la constructiva».

Guillermo Fernández de Soto, el embajador ante la ONU de Colombia, ratificó la posición de su país de que Venezuela no tiene «ni los requisitos ni la autoridad moral» para ocupar este puesto.

A través de su cancillería, Colombia también emitió un comunicado en el deplora que la Asamblea General «no haya tenido en cuenta las graves denuncias contenidas en los informes de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet».

«Consideramos que la elección de Venezuela representa una afrenta directa al CDH y deja en entredicho la legitimidad de este», se lee en el comunicado.

Argumentaron que un Estado «que viola sistemáticamente los Derechos Humanos de sus ciudadanos abogue por la protección y defensa de los mismos en cualquier parte del mundo».