Lo que tanto se rumoraba vuelve a convertirse en un hecho, el presidente de Estados Unidos Donald Trump ha firmado una Orden Ejecutiva “imponiendo fuertes y nuevas sanciones financieras” a la dictadura en Venezuela.

La nueva medida del presidente prohíbe los trámites de nueva deuda y patrimonio emitidos por el Gobierno de Venezuela y su empresa petrolera estatal. También prohíbe las transacciones en ciertos bonos existentes propiedad del sector público venezolano, así como los pagos de dividendos al gobierno de Venezuela.

Por medio de un comunicado, La Casa Blanca dijo que las sanciones “están calibradas cuidadosamente para retirarle a la dictadura de Nicolás Maduro una fuente crucial de financiación para mantener su régimen ilegítimo, proteger al sistema financiero estadounidense de la complicidad con la corrupción de Venezuela y el empobrecimiento del pueblo venezolano y permitir la ayuda humanitaria“.

 

Para mitigar el daño al pueblo estadounidense y venezolano, el Departamento del Tesoro está emitiendo licencias generales que permiten transacciones que de otro modo estarían prohibidas por la Orden Ejecutiva. Estos incluyen disposiciones que permiten un período de liquidación de 30 días; Financiamiento para la mayor parte del comercio, incluyendo la exportación e importación de petróleo; Transacciones que involucren únicamente a Citgo; Tratos en determinadas deudas venezolanas existentes; Y el financiamiento de bienes humanitarios a Venezuela.

Estas medidas se calibran cuidadosamente para negar a la dictadura de Maduro una fuente crítica de financiamiento para mantener su regla ilegítima, proteger al sistema financiero de Estados Unidos de la complicidad en la corrupción de Venezuela y en el empobrecimiento del pueblo venezolano y permitir la asistencia humanitaria.

A través de un comunicado señalan que “la dictadura de Maduro sigue privando al pueblo venezolano de alimentos y medicinas, encarcelando a la oposición democráticamente elegida y suprimiendo violentamente la libertad de expresión. La decisión del régimen de crear una Asamblea Constituyente ilegítima -y más recientemente para que ese cuerpo usurpe los poderes de la Asamblea Nacional democráticamente elegida- representa una ruptura fundamental en el orden constitucional legítimo de Venezuela”.

 

En un esfuerzo por preservarse, la dictadura de Maduro premia y enriquece a los funcionarios corruptos en el aparato de seguridad del Gobierno al cargar a futuras generaciones de venezolanos con deudas masivas. “La mala gestión económica de Maduro y el saqueo desenfrenado de los activos de su nación han llevado a Venezuela a estar cada vez más cerca del incumplimiento. Sus funcionarios ahora están recurriendo a esquemas de financiamiento opacos y liquidando los activos del país a precios de venta de fuego”.

En el texto reafirman lo dicho por el vicepresidente estadounidense Mike Pence, “estamos viendo la tragedia de la tiranía jugar ante nuestros ojos”. Ninguna gente libre ha elegido jamás el camino de la prosperidad a la pobreza. Ninguna gente libre alguna vez ha elegido convertir lo que una vez fue, y todavía debe ser, una de las naciones más ricas de América del Sur en sus más pobres y corruptos.

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