​​Los diplomáticos acreditados por el gobierno en disputa de Nicolás Maduro salieron del edificio hace más de una semana, y desde entonces el lugar se ha convertido en escenario de una enconada disputa entre ambos grupos.

La embajada de Venezuela en Estados Unidos, ocupada por activistas que se enfrentan por su control y ahora sin energía eléctrica, es el reflejo de una batalla política en la que no es clara hasta ahora una salida prudente y pacífica en medio del conflicto mayor que encara la nación sudamericana.

La Voz de América constató que manifestantes a favor y en contra del gobierno en disputa de Nicolás Maduro se mantienen dentro y fuera de la sede diplomática reclamando proteger el activo venezolano.

Venezolanos en Washington continúan exigiendo que el grupo estadounidense CodePink desaloje el lugar.

Son unos 50 activistas del grupo liberal antiguerra, que se niegan a abandonar la embajada prometiendo proteger el edificio de lo que llama «una toma hostil». El Departamento de Estado los califica de «intrusos» y los ha instado a que abandonen la instalación.

Los que permanecen fuera, que apoyan al gobierno interino de Juan Guaidó y la salida de CodePink, se amparan en la decisión de Estados Unidos de alentar el cambio hacia la democracia en el país y desconocer a Maduro.

«El presidente Trump declaró oficialmente que el único presidente legítimo de Venezuela es Juan Guaidó, entonces ellos no pueden tener nada aquí adentro», dijo Silvia Zambrano, una activista apostada en el exterior de la embajada que ocupan activistas estadounidenses pro Maduro.

«Esta embajada está llena de afiches de (Hugo) Chávez y de Maduro, eso es totalmente ilegal», agregó.

​Los que apoyan y dicen defender los intereses de Maduro en la sede de la embajada de Caracas en Washington son estadounidenses: «Vine porque quise, a mi no me pagaron», han coreado en español al tiempo que llevan carteles con consignas.

«Ellos quieren a su embajador falso, que dice estar representando a Venezuela y esta embajada, para dar un golpe de Estado», dijo a la VOA la pasada semana el activista pro Maduro, David Barrws, repitiendo el argumento de Maduro. «Un golpe de Estado dará como resultado un baño de sangre», dijo.

Embajada sin energía eléctrica ni agua

El embajador encargado de Venezuela en Washington, Carlos Vecchio, anunció en su cuenta en Twitter que los que apoyan a Maduro dentro de la embajada «no tendrán energía eléctrica».

El grupo CodePink dijo en su cuenta en Twitter que tampoco tienen agua dentro de la sede. «Esta es una situación peligrosa y totalmente ilegal», dijeron.

«Todas las facturas de agua, electricidad y otros servicios públicos son pagadas en su totalidad por los propietarios del edificio, el gobierno legítimo de Venezuela. Estados Unidos no tiene el derecho legal o moral de quitar el agua y la electricidad para los seres humanos residentes legales», dijo otro texto del grupo en Twitter.

El medio local El Informador News dijo en un video divulgado en Facebook que los activistas que buscan la salida de CodePink están recibiendo apoyo en insumos. Explicó que recientemente ocurrió un incidente debido a que miembros de CodePink intentaron intimidarlos.

Explicó que otros cuatro activistas del grupo liberal intentaron entrar a la embajada para llevar insumos a los que permanecen dentro, pero no quedó claro si consiguieron entrar.

La policía local se mantiene en los alrededores de la sede para impedir incidentes.

Los que exigen la salida de CodePink de la embajada entonaron las notas del himno nacional mientras la empresa Pepco interrumpía el servicio eléctrico en la sede diplomática en Washington, dijo El Informador News. Ven ese hecho como una victoria.

Los diplomáticos acreditados por el gobierno en disputa de Maduro salieron del edificio hace más de una semana, y desde entonces el lugar se ha convertido en escenario de una enconada disputa entre ambos grupos.