A pesar del inicio de las pruebas, no se espera que haya una vacuna sino hasta entre 12 a 18 meses.

Funcionarios de salud estadounidenses dijeron que las primeras pruebas en humanos han empezado para una vacuna contra el coronavirus, mientras los científicos corren para desarrollar medicamentos para el tratamiento de la enfermedad.

Los científicos en el Instituto Kaiser Permanente de Seattle, Washington, le pusieron las vacunas a un pequeño grupo de personas saludables.

El Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos indicó que la prueba involucrará a 45 adultos saludables de entre 18 a 55 años, que recibirán la vacuna durante un período de seis semanas.

Una de las participantes, Jennifer Haller, de 43 años y originaria de Seattle, le dijo a Associated Press: “Esta es una oportunidad maravillosa de hacer algo significativo”. Agregó que sus hijos adolescentes consideran que es “cool” que ella esté participando en la prueba.

La vacuna fue desarrollada por científicos del Instituto Nacional de la Salud y la compañía de biotecnología Moderna, con sede en Cambridge, Massachusetts. Esta es una de las muchas pruebas que se harán alrededor del mundo en los próximos meses para encontrar una forma de proteger a la gente del coronavirus.

Los científicos dicen que la vacuna probablemente no estará disponible para su uso masivo en los próximos 12 a 18 meses, ya que todas las posibles vacunas deben pasar por varias etapas de prueba para demostrar que funcionan y que no son dañinas.

“Este estudio de la Fase 1, lanzado en tiempo récord, es un importante primer paso hacia el alcance de la meta», dijo Anthony Fauci jefe del departamento de enfermedades infecciosas de los Institutos Nacionales de la Salud.

Los investigadores dicen que no hay ningún riesgo para los pacientes en las pruebas de contagiarse con el coronavirus, porque las inyecciones no contienen el virus. Explicaron que sólo contienen una parte del Código genético del virus relacionado con una proteína llamada “la punta”, porque es una protuberancia en la superficie del virus que le permite invadir células humanas.