La cantidad de niños, niñas y adolescentes que cruzaron el Tapón del Darién, la frontera natural entre Panamá y Colombia, se duplicó hasta alcanzar más de 5.000 desde el inicio de 2022, alertó este viernes Unicef.

De acuerdo con estos dígitos, 1 de cada 5 de los más de 32.000 migrantes en tránsito que cruzaron la ruta del Darién en los primeros 5 meses de 2022, frente a los 16.000 que lo hicieron durante el mismo periodo de 2021, son niños, niñas y adolescentes.

Jean Gough, directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe, dijo que en el terreno se está viendo un aumento masivo de infantes y adolescentes que «ponen en riesgo su vida y cruzan la selva a pie en las peores condiciones climáticas» de lluvias.

«Me entristece que cada vez más niños y niñas se vean obligados a huir de sus hogares como única opción viable para sobrevivir», afirmo Gough.

Unicef señaló que casi 170 niños y niñas han sido identificados como no acompañados o separados de sus familias en las Estaciones de Recepción Migratoria (ERM) de Panamá, donde se les dio protección hasta que se reunieron con sus parientes.

También se han dado varios casos de niños y niñas sin identidad ni registro de nacimiento, lo que supone un «riesgo de apatridia».

HACINAMIENTO EN LAS ESTACIONES DE RECEPCIÓN MIGRATORIA

Unicef destacó que a la par con el aumento cada semana en el número de transeúntes, sus condiciones de vida no son las adecuadas debido a las fuertes lluvias y los trabajos de mejora de los centros de recepción.

Según Unicef, las familias migrantes están en «situación de hacinamiento» en los alojamientos temporales, «que no reúnen las condiciones adecuadas para niños, niñas y adolescentes», sin agua ni servicios básicos suficientes y «mayores riesgos para la salud de los bebés.

Gough instó a «dar prioridad a la mejora de las condiciones de los centros de acogida y al acceso a los servicios básicos».

Unicef explicó que con fondos de la Unión Europea y de Estados Unidos proporciona servicios esenciales como agua, higiene y saneamiento, servicios de salud materno-infantil y apoyo psicosocial, a través de espacios amigables para los niños, niñas y adolescentes.

En el Darién, lo mismo que en la frontera panameña con Costa Rica, están las llamadas estaciones de recepción migratoria, donde las autoridades panameñas toman datos biométricos y ofrecen alimentos y atención sanitaria a los migrantes en tránsito.

Esta operación humanitaria, única en el continente, como la defiende el Gobierno de Panamá entre críticas de organizaciones humanitarias que acusan vulneración de derechos humanos, ha permitido cifrar en más de 133.000 los migrantes que atravesaron la selva fronteriza en 2021, un número que supera el acumulado de toda la década anterior.

La tendencia al alza en medio de esta crisis se mantiene este 2022: entre enero y mayo pasados entraron por el Darién 32.797 migrantes irregulares, más del doble de los 15.949 del mismo período del año anterior, según los datos oficiales panameños.