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Reino Unido aprueba una inyección presupuestaria frente al coronavirus

El banco central británico recorta el precio del dinero por primera vez desde agosto de 2016, del 0,75% al 0,25%, mientras el Gobierno anuncia un fondo de emergencia de 5.000 millones.

El Banco de Inglaterra (BoE, según sus siglas en inglés) redujo los tipos de interés en medio punto porcentual el miércoles y anunció iniciativas para estimular los préstamos bancarios solo horas antes de que el Gobierno anunciara unos presupuestos que incluyen un importante gasto para evitar una recesión provocada por el brote de coronavirus.

En un plan de estímulos a dos bandas, el Banco de Inglaterra anunció una reducción de emergencia de los tipos acordada por unanimidad justo antes de la apertura de los mercados en Londres y de que el Ejecutivo del primer ministro Boris Johnson anuncie sus planes presupuestarios.

La última acción de Mark Carney como gobernador, que devuelve el tipo de interés de referencia a un mínimo histórico del 0,25% (desde el 0,75% en el que se encontraba), se produce en un momento en que el COVID-19, una infección similar a la gripe causada por el coronavirus, se está extendiendo rápidamente, avivando los temores de una recesión mundial y perturbando los mercados.

«El papel del Banco de Inglaterra es ayudar a las empresas y hogares del Reino Unido a superar una crisis económica que podría ser grande y aguda, pero que debería ser temporal», dijo Carney.

El recorte se produce tras la adopción de una medida similar por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos la semana pasada, constituyendo la primera acción de este tipo que tiene lugar fuera del calendario de reuniones previstas en la agenda del banco central británico desde la crisis financiera de 2008. El tipo de interés bancario ha vuelto al mínimo histórico que alcanzó después del referéndum de Brexit de 2016.

«Estas medidas ayudarán a mantener a las empresas y a las personas en los puestos de trabajo, y evitarán que una interrupción temporal cause un daño económico más duradero», dijo Carney, que compareció junto a su sucesor Andrew Bailey.