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La Pascua o Pésaj conmemora el pasaje bíblico que narra la liberación del pueblo judío de la esclavitud de Egipto. Un episodio histórico que todos los años revive en medio de una cena familiar, sobre todo para que las nuevas generaciones conozcan los rituales y las tradiciones en torno al Éxodo, liderado por Moisés.

De acuerdo con el calendario hebreo, a partir del día 15 del mes de Nisán, comienza la celebración que se extiende durante ocho días, en este caso, del 10 al 18 de abril.

Para Ruthy Kraselnik, educadora y colaboradora de la SinagogaKolshearith Israel, la Pascua es la fiesta que más disfruta porque se genera un encuentro entre una generación y otra. “El mandato es contarle a tu hijo qué fue lo que sucedió ese día y transmitir las costumbres que se practican durante la festividad”, explicó Kraselnik, esposa del rabino Gustavo Kraselnik, líder espiritual de la misma congregación, director ejecutivo del Congreso Judío Panameño y representante de la Comunidad Judía Panameña en el Comité Interreligioso de Panamá.

La noche de Pésaj inicia con un ritual llamado Seder, según Kraselnik, que se rige por la lectura del Hagadá, un conjunto de textos que hacen referencia a la historia judía. Además de contar cómo fue la liberación del pueblo hebreo, se coloca un plato sobre la mesa que contiene varios ingredientes simbólicos.

“Las hierbas amargas (Maror) recuerdan los días de esclavitud, el Jaroset, una especie de pasta muy dulce preparada con manzanas, dátiles y nueces, hace alusión al color naranja de los ladrillos de las construcciones de Egipto. También hay un hueso que simboliza el sacrificio practicado en los templos y los vegetales y las verduras remojados en agua con sal significan dos cosas: el inicio de la primavera en Israel y las lágrimas que los judíos derramaron durante la esclavitud”, apuntó la profesora.

A lo largo de la festividad, que en Israel tiene un periodo de siete días, se prohíbe consumir alimentos con levadura, para emular las condiciones del pueblo judío cuando partió guiado por Moisés. Fue tanta la prisa que el pan no tuvo tiempo de leudar lo suficiente.

Durante los dos primeros días de Pésaj se celebra una cena en familia y luego hay rezos y lecturas hasta que termina la festividad.