Venezuelan citizens walk towards the border with Ecuador at the Rumichaca international bridge in Ipiales, Colombia, on August 11, 2018. The "unusual" increase in the migratory flow of Venezuelans, which reached 4,200 people a day, prompeted Ecuador to declare state of emergency in provinces bordering Peru and Colombia. / AFP PHOTO / RODRIGO BUENDIA

La Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, y la Organización Internacional para las Migraciones, OIM, celebran la adopción por parte de los países de América Latina y el Caribe de una hoja de ruta para facilitar la integración en la región de refugiados y migrantes de Venezuela.

La hoja de ruta fue adoptada durante la IV Reunión Técnica Internacional del Proceso de Quito, celebrada en la capital argentina, Buenos Aires, el 4 y 5 de julio.

Representantes gubernamentales de 14 países de América Latina y el Caribe, así como organismos de las Naciones Unidas, organizaciones regionales, bancos de desarrollo y representantes de la sociedad civil participaron en la reunión, que fue convocada por el gobierno de Argentina.

«El continuo éxodo de venezolanos supera y sobrepasa las capacidades y los recursos de los gobiernos de la región. Esto implica un desafío urgente para los países que los albergan», dijo Eduardo Stein, representante especial conjunto de ACNUR-OIM para refugiados y migrantes venezolanos.

Stein agregó que «el proceso de Quito representa un espacio clave para la comunicación y coordinación entre los Estados. Hay muchas buenas prácticas en la región y los gobiernos se benefician de las oportunidades para el intercambio, la articulación y la armonización. Por esta razón, es crucial continuar expandiéndose y fortaleciéndose la participación de los países de la región en este proceso».

La reunión destacó las acciones y los esfuerzos de los países de la región, no solo en términos de recepción, documentación y asistencia humanitaria, sino también en la promoción del acceso a la salud, la educación, el empleo y la vivienda para ayudar a la integración de los refugiados y migrantes venezolanos.

En una declaración conjunta, los gobiernos acordaron reforzar la cooperación, la comunicación y la coordinación entre los países de tránsito y destino de los venezolanos, reforzando las medidas contra los delitos transnacionales, como el tráfico y la trata de personas, así como contra la violencia sexual y por motivos de género y otros. Formas de discriminación y xenofobia para garantizar la protección de los más vulnerables.

La hoja de ruta del Capítulo de Buenos Aires se compone de acciones específicas relacionadas con temas que incluyen la trata de personas, la provisión de atención médica y el reconocimiento de calificaciones académicas.

También incluye el establecimiento de centros de información, recepción, asesoramiento y asistencia para refugiados y migrantes, una plataforma para la orientación y el desarrollo del capital humano y el fortalecimiento de los sistemas nacionales para la determinación de la condición de refugiado.

La creación e implementación de una tarjeta de información para la movilidad regional se presentó como una prioridad para complementar y fortalecer los procesos de documentación y registro a nivel nacional que ya existen o se están desarrollando.

Los gobiernos también acordaron promover la creación de un grupo de países e instituciones que colaborarán para mitigar el impacto de la crisis en la región mediante la movilización de recursos para apoyar la implementación del plan de acción de Quito y la hoja de ruta.

Según los datos de las autoridades nacionales de inmigración y otras fuentes, el número de refugiados y migrantes de Venezuela en todo el mundo ha superado los 4 millones.