¿Hasta cuando el engaño?  Ahora nos viene el indocumentado, cesado y acusado de presuntos delitos de corrupción propia y legitimación de capitales, con que quiere hacer una «consulta nacional» un «gran congreso» para aprobar «un plan perfecto», el sistema de transformación de la salud en medio de un paro oficial que lleva 25 días.

Digo oficial, porque la salud está de paro – no oficial- desde hace años.  En nuestro país lo que sí está en actividad permanente y creciendo es la enfermedad y la muerte.  Tanto así, que el sarampión, que estaba erradicado antes de llegada la «revolución», apareció nuevamente. Llegó por el Alto Orinoco y como nada se hizo para controlar la epidemia, ya está instalada en la capital. Tan fácil que hubiese sido que se adquirieran las vacunas necesarias para prevenirla, como siempre se hizo en democracia.  Pero no, la voracidad por el dinero fácil, mal habido, robado de estos seres que se mantienen en el poder a sangre y fuego es y sigue siendo tan descomunal, que hasta el de las vacunas se cogieron.

El individuo en cuestión, dijo además que quiere mejorar «Barrio Adentro I, II, y III, y encarar los temas de los hospitales con un plan de modernización».  ¿Pero es que definitivamente piensa que somos bobos?  Ya el profesor Jorge Díaz Polanco en 2015 definió el verdadero objetivo de esa «misión» de forma magistral: “Barrio Adentro no es una misión para la salud. Desde un principio fue destinada a prever riesgos de la pérdida del poder”. Ahora,  como tiene al país en protesta continua (entre 60 y 80 diarias en todo el territorio nacional), como el 85 por ciento de los venezolanos aspira salir de ellos, entonces retoma el discurso mentiroso de «necesitamos una revolución dentro de la revolución en los sistemas de salud creados única y exclusivamente para el pueblo y aumentar la inversión en condiciones de trabajo y de vida para los profesionales».  Pero si lo único que han hecho es matar al pueblo, asesinarlo con balas, falta de medicamentos o por la impericia de muchos a quienes gradúan en el area de salud, de forma express.  Pero aquellos que se quemaron las pestañas estudiando, médicos, enfermeras y otros trabajadores de la salud dependientes del Estado, los mantiene con  salarios de hambre que no les alcanza ni para el transporte.

Eso sí, a los graduandos como médicos integrales comunitarios ( que nada tienen de médicos y poco de integrales),  les arrancó tibios aplausos, pero aplausos en fin, al hacerles una promesa más que – como todas las anteriores- no cumplirá: La creación de un plan especial para otorgar de manera inmediata y progresiva, viviendas para ellos, creación de puestos de trabajos con buenos salarios.

¡Ajá!

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@NituPerez