Más de un centenar de migrantes realizaron este sábado un viacrucis en el municipio de Tapachula, en el suroriental estado mexicano de Chiapas, con el que exigieron al Instituto Nacional de Migración (INM), que los atienda y les emita visas por razones humanitarias (de tránsito) para poder continuar su camino hacia la frontera con Estados Unidos.

Fue alrededor de las 11.00 horas (17.00 GMT) que salió este viacrucis con migrantes de Venezuela, Guatemala y Honduras, que decidieron encadenarse y formar una cruz para caminar por las principales calles de Tapachula mientras gritaban consignas como «¡Los migrantes no somos criminales, somos trabajadores internacionales» o «¡queremos visas, queremos visas!»

Este grupo de migrantes lleva alrededor de 10 días en huelga de hambre y algunos de ellos se encadenaron hace cinco días en señal de protesta ante el bloqueo que no les permite continuar su camino.

Esmeralda Gallardo es originaria de Honduras. Es madre de un menor, está embarazada de tres meses y fue un una de las migrantes que participó en este viacrucis amarrándose cadenas en sus manos para pedir una solución a sus trámites migratorios.

«Nosotros queremos seguir adelante porque aquí estamos sufriendo. No nos miran bien y nos discriminan», compartió en entrevista con Efe.

La principal petición de los migrantes es que las autoridades mexicanas los atiendan y les brinden las visas para poder salir de este municipio que se ha convertido en una cárcel para miles de personas provenientes de Honduras, El Salvador, Guatemala, Venezuela, Nicaragua, África, Haití y otros países que buscan salir de esta localidad fronteriza con Guatemala.

Ninfa Jerez es otra de las mujeres venezolanas que se unió a este viacrucis, e indicó a Efe que sus trámites están retrasados y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) no está avanzando en los procesos para que las personas puedan movilizarse.

La mujer explicó que este viacrucis es un sacrificio que hacen para poder tener una respuesta de las autoridades mexicanas.

La marcha se realizó sin mayores complicaciones y al culminar regresaron al céntrico parque Benito Juárez, donde descansarán parte de este sábado y domingo para reanudar sus marchas el lunes a la delegación de regularización migratoria.

ÚNICA OPCIÓN: CONTINUAR

Irineo Mujica, director de Pueblos Unidos Migrantes (PUM), informó a Efe que este sábado marcharon con migrantes encadenados en forma de cruz, la cual es la representación del calvario que sufren los que viajan sin documentos en busca de una vida mejor.

Por esto, dijo, se requiere la necesidad de una solución y para salir dignamente con documentos de Tapachula.

«Queremos compromisos para las personas que están en el parque que cada vez son más niños, que están llegando y durmiendo en este lugar porque no hay espacio en los albergues», sentenció Mujica.

Anunció que van a marchar a las oficinas de migración y si no tienen respuesta y solución, van a empezar los preparativos para una caravana.

El 21 de enero, las autoridades mexicanas disolvieron la primera caravana migrante del año en México, que un día antes había partido desde Tapachula y estaba conformada por unas 300 personas.

La fronteriza Tapachula es una ciudad que lleva meses siendo reflejo de la crisis migratoria que vive la región.

A lo largo de 2021 partieron desde Tapachula varias caravanas migrantes con miles de personas, aunque la gran mayoría fueron frenadas y desmanteladas por las fuerzas de seguridad mexicanas.

La región vive un flujo récord de migrantes que viajan hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detectó a más de 1,7 millones de indocumentados en la frontera con México en el año fiscal 2021, que terminó el 30 de septiembre.

México deportó a más de 114.000 extranjeros en 2021, de acuerdo con datos de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación del país.

Mientras, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) recibió un récord de 131.448 solicitudes de refugio en 2021.