Manuel Ojeda trabajando en el taller ArtiCruz en Ciudad de Panamá.

Apenas terminé me fui a Barinas, donde también viví, pero no pude trabajar en mi área y regresé a la capital a estudiar diseño gráfico. Sin embargo, era una carrera muy costosa, por eso busqué trabajo”.

En ese momento tocó la puerta de ArtiCruz. “Llegué con buena base porque la mayoría de mis profesores habían estudiado en el exterior y venían con conocimientos muy buenos y novedosos. Llegar hasta la familia Cruz-Diez cambió mi vida”, confesó el artista de 49 años de edad.

Sus inspiraciones

“Obra Abierta”, muestra que ha trabajado, en distintas etapas, desde hace más de 20 años y que lo ha llevado a Canadá, Perú y próximamente a Los Ángeles, a través de Marión Gallery, es su gran carta de presentación. Su trabajo, que comenzó con colores oscuros, con el paso de los años se ha ido transformando y mostrando nuevos matices.

 

“Creo que se debe, en buena parte, a mi llegada a Panamá (hace siete años). Este país, que me ha tratado de maravilla, tiene muchos colores, muchos contrastes y eso me animó. Ves los trabajos de ahora, llenos de tanto color y eso era impensable cuando comencé”, explicó.

Cuando se le pregunta sobre sus influenciadores no duda un segundo en responder. “Francisco Hung, Carlos Cruz-Diez y Luis García”. Sin embargo aclaró algo. “Si bien tengo influencias, sobre todo de Cruz-Diez, aposté por un trabajo distinto al de él”.

 

El camino ha sido largo, pero lleno de muchas satisfacciones. Recordó, entre risas, que hasta su familia le ha preguntado el significado de sus trabajos, catalogado por la crítica como expresionismo abstracto.

“A un primo que estaba de cumpleaños le regalé un dibujo, y el hombre, como buen llanero, lo que vio fue una silla de montar caballos. En realidad el trabajo era sobre el ave Fénix renaciendo de las cenizas. Por eso siempre digo, cada quien ve las cosas según su nivel de formación y no por eso vamos a criticar. El arte es algo serio”.

El arte como vida

El arte, según Ojeda, vive en cada cosa que se hace. Por eso, incluso fuera de ArtiCruz, sigue pensando en colores y formas junto a su esposa, la artista panameña Yasmin Miranda, con quien tiene un hijo de tres años. En Venezuela, tiene otros dos retoños.

“Nuestra casa está concebida como un taller. No hay muebles y en la sala hay una mesa de imprimir y potes de pintura”, confesó el fanático de los Yankees de Nueva York y Navegantes del Magallanes. “Es lo que más disfruto después del arte, el béisbol”, cerró el artista.

En pocas palabras

Un país: Venezuela.

Un plato de comida: Picadillo llanero (carne seca, topocho verde, auyama y yuca).

Un libro: Doña Bárbara de Rómulo Gallegos.

Un artista: Carlos Cruz-Diez.

Un personaje que admires: Francisco de Miranda.

Una película: Calles de fuego.

Una frase: “El arte es invención, es encontrar”, de Carlos Cruz-Diez.

 

Ojeda junto al maestro Cruz-Diez durante la inauguración de “Obra Abierta en Marion Gallery.
Fotos: ArtiCruz.