Gustavo Ocando Alex
La reapertura de la embajada de Estados Unidos en Caracas dependerá de las negociaciones políticas sobre Venezuela que se llevan a cabo desde este mes en Ciudad de México y de una apertura hacia la democracia de parte del gobierno de Nicolás Maduro, aseguró este jueves el delegado diplomático del gobierno norteamericano James Story.

Story, a quien el Senado de Estados Unidos confirmó en noviembre pasado como embajador ante Venezuela, manifestó ante la pregunta de una oyente que piensa “de forma diaria” retornar su sede consular a Caracas.

“Pienso en abrir la embajada en Venezuela de una forma diaria, porque sé que para nosotros estar en Venezuela sería un logro para el pueblo venezolano (…) Ahora bien, todo depende de ese diálogo [entre la oposición y el gobierno de Maduro], hasta dónde van ellos a hacer los cambios necesarios para que podamos pensar en regresar a Venezuela”, manifestó en su programa Aló Embajador, transmitido cada jueves por las redes sociales de su despacho.

Estados Unidos completó en marzo de 2019 el retiro de todo su personal diplomático de su sede en Caracas, en medio de tensiones con el gobierno de Maduro por el desconocimiento de la administración Trump a su presidencia. La embajada norteamericana que lidera Story opera desde entonces en las instalaciones de la sede consular de Estados Unidos en Bogotá.

Story dijo comprender las razones por las cuales el pueblo venezolano anhela el retorno de la embajada estadounidense a Caracas. Citó, por ejemplo, las dificultades de movilizarse a otra nación para solicitar visas.

“En Bogotá llegan muchas personas pidiendo la visa, durante esta pandemia es bastante difícil, sobre todo porque no hay cupos hasta el año que entra. Hay unos casos médicos, casos de emergencia para viajar que las personas tienen que llegar a otro país, pedir la visa, y gastar una fortuna esperando la entrega de la visa. Sería mejor estar en Venezuela para aliviarles a ustedes en ese proceso”, indicó Story, quien también hizo referencia a potenciales trabajos con la sociedad civil venezolana in situ, “no para entrar en política doméstica”.